En la llegada del rey Felipe VI a la plaza Catalunya para participar en el homenaje a las víctimas del 17-A, se ha formado la habitual hilera de autoridades para darle la bienvenida. En primer lugar estaba el president Torra, y a su lado, Laura Masvidal, la mujer del conseller Forn, encarcelado por su participación en el 1 de octubre. De esta forma Torra quería dejar clara la ausencia de Joaquim Forn, que como conseller de Interior fue uno de los protagonistas del 17 de agosto. El president de la Generalitat se ha encargado de presentar a Laura Masvidal a las personalidades españolas invitadas.

Felipe VI ha dado la mano a Masvidal, casi sin mirarla, mientras ella le ha dicho "no soy yo quien debería estar aquí". La reina y los miembros del Gobierno presentes también le han dado la mano. Ha sido saludada, entre otros, por la reina Leticia y por el presidente Sánchez. El presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, se ha mostrado particularmente esquivo, a pesar de darle la mano.