En los últimos días el diputado de Ciudadanos por Málaga, Guillermo Díaz, se mofó de que Quim Torra sea considerado el presidente 131 de la Generalitat de Catalunya. Posteriormente otros líderes españolistas se le han añadido. Alegan que la Generalitat restaurada en 1931 no tiene nada que ver con la Generalitat anterior. Sin embargo, en cambio, no plantean ningún cuestionamiento de que el rey Felipe sea el VI. Presentan la monarquía española como una entidad, inmutable, sin ninguna ruptura y así la naturalizan.

Nunca podría ser el VI en la Corona de Aragón

Felipe de Borbón y Grecia nunca podría ser Felipe VI de España, por la sencilla razón que la Corona común es posterior al primer Felipe. En realidad, Felipe I de Castilla, nombrado el Bello, casado con Juana la Loca, fue rey de Castilla de 1504 a su muerte, en 1506 (en realidad, sólo gobernó efectivamente unos meses, en 1506). Pero nunca fue coronado rey de Aragón, porque todavía vivía el rey Fernando II. Por lo tanto, en la tradición catalana, a los reyes Felipe se les atribuía una numeración inferior: al hijo de Carlos I, Felipe "el Prudente" le correspondería el título de Felipe I. Su hijo, Felipe "el Piadoso", tendría que ser considerado, pues, Felipe II, y su nieto, Felipe el Grande, tendría que ser considerado Felipe III. Felipe de Anjou, el Animoso, el Felipe V de Castilla, sería Felipe IV en la numeración de la Corona de Aragón. Así pues, a Felipe "el preparado" (como algunos pretendían bautizarlo, ya antes de tomar el poder), le correspondería el número V en la línea genealógica de la Corona d'Aragó y también sería el IV de la monarquía común.

El IX de Navarra

En el Reino de Navarra, tampoco Felipe de Borbón y Grecia sería el VI de la línea real. La monarquía navarra ya tenía, antes de la invasión castellanoaragonesa de 1512, tres reyes Felipes. Los primeros eran reyes de Francia y reinaron en Navarra como Felipe I (1268-1314) y Felipe II (1292-1322). Felipe de Evreux (1306-1343), fue rey del Reino de Navarra, como Felipe III, de 1329 hasta su muerte.

Felipe, el irresponsable

Sin duda, un elemento es cierto en el discurso de Ciudadanos. Obviamente, la Generalitat de hoy en día es muy diferente, y más democrática, que la que se creó en 1359, dirigida por Berenguer de Cruïlles. El tiempo no pasa en vano. No obstante, la monarquía española tiene en algunos aspectos muchos más elementos de continuidad histórica. La Constitución establece, por ejemplo, que el monarca español es irresponsable e inviolable: los ciudadanos no tienen ninguna posibilidad real de reivindicarle ninguna responsabilidad por sus acciones. Sería imposible, pues, que los ciudadanos del Estado reclamaran, por ejemplo, que se investigaran las cuentas de la familia real, o su implicación en negocios sucios de empresarios españoles. Igualito que con sus más antiguos antecesores en el trono.