Las entidades y los partidos soberanistas se reunieron ayer en el Parlament con el vicepresidente primero de la Cámara, Lluís Corominas, para analizar la situación judicial en que se encuentran los miembros de la Mesa y estudiar la respuesta que se tendrá que preparar a la calle, con nuevas movilizaciones, tanto por el caso de los diputados como el del concejal de la CUP Joan Coma.

La buhardilla del Parlament, tan frecuentada ahora hace un año durante las negociaciones entre JxSí y la CUP, se volvió a abrir ayer tarde para acoger la reunión. El presidente de la ANC, Jordi Sànchez, el de Òmnium, Jordi Cuixart, la presidenta de la AMI, Neus Lloveras, el presidente del grupo de JxSí, Jordi Turull, la portavoz del grupo y secretaria general de ERC, Marta Rovira, y la diputada de la CUP, Gabriela Serra, asistieron a ella.

Reunión discreta

No pretendía ser una reunión a escondidas, pero sí discreta y pasó casi desapercibida. El hecho es que ni se anunció ni se informó de que se había producido. Fue más de una hora de encuentro, con las pausas provocadas por las votaciones que obligaban a los diputados a abandonar la sala.

El vicepresident informó a los presentes del periplo judicial que tendrán que recorrer los miembros de la Mesa los próximos meses. Precisamente, Corominas tendrá que ir a declarar este viernes como testigo en la causa contra la presidenta de la Cámara, Carme Forcadell, por la votación de las conclusiones del procés.

Será más adelante cuando tenga que comparecer en su propio procedimiento después de que la Abogacía del Estado ha iniciado un incidente de ejecución de la sentencia también contra el vicepresident, y las dos secretarias de JxSí en la Mesa, Anna Simó y Ramona Barrufet. La previsión es que ello no ocurra antes del mes de marzo, dado que, una vez se les notifica la decisión, se abre el proceso de alegaciones. La voluntad es organizar también una movilización cuando, previsiblemente, toque comparecer a los miembros de la Mesa.

Más rápido se perfila el caso de Forcadell, que se prevé para la primavera. De hecho, durante la reunión se expresó la sorpresa ante la impresión de que el objetivo es favorecer el enfrentamiento, justo en el último tramo de la hoja de ruta. También se da por hecho que la sentencia será de inhabilitación, aunque otra cuestión es el momento en que esto podría ser efectivo, dado que se abrirá el capitulo de los recursos.

En cambio, fuentes judiciales apuntan que el juicio contra el expresident Artur Mas, la exvicepresidenta Joana Ortega, y la exconsellera Irene Rigau, se alargará todavía, por causas procedimentales, y podría no empezar antes de septiembre.

Joan Coma

Todo apunta que el caso más inminente al que tendrán que hacer frente entidades y partidos es el del concejal de la CUP Joan Coma. Y así se concluyó en la reunión de ayer, donde unos y otros reiteraron la voluntad de organizar movilizaciones. Un tuit del cupaire esta mañana ha avivado los rumores de que la citación en la Audiencia sería inminente.

Algunas versiones apuntaban incluso que los Mossos podrían recibir la orden judicial de detener a Coma este mismo viernes coincidiendo con la convocatoria de la cumbre del Pacto Nacional por el Derecho a Decidir. La previsión es que, si es así, los Mossos vayan a buscar al concejal y lo acompañen al cuartel de la Guardia Civil de Vic, para que sea este cuerpo el que se encargue del traslado a la Audiencia. Igual como se hizo con los implicados en el caso abierto por la quema de fotos del Rey, lo que no evitó la polémica.