Catalunya se prepara para la entrada en emergencia en sequía y lo hace a través de una flexibilización puntual de ciertas medidas que recoge el plan de sequía aprobado en 2020 y que ha regido durante los últimos años las restricciones que afectan al consumo del agua ante una falta de lluvias que ya hace más de tres años que dura. Así lo ha explicado el conseller de Acció Climàtica David Mascort, que ha comparecido en rueda de prensa después del Consell Executiu de este martes, advirtiendo que si bien todavía no entra en vigor esta fase, que supone ir más allá en las restricciones, el Govern ha aprobado ya las modificaciones para que cuando se produzca el cambio de excepcionalidad a emergencia, estas sean efectivos. Mascort ha advertido que eso no quiere decir que hoy Catalunya entre en emergencia, celebrando que si bien las previsiones de lluvias son muy escasas para las próximas semanas, "gracias al esfuerzo de todo el país estamos alargando la entrada". El titular de Acción Climática ha recordado que la previsión inicial era que hacerlo a principios de diciembre y que a día 16 de enero, todavía no se ha bajado del 16% de la capacidad en los embalses. "Soy incapaz de decir si llegaremos a esta cifra pasado mañana o en diez días", ha reconocido Mascort, preguntado para cuando se prevé la entrada en emergencia.

Riego de los árboles con aguas freáticas

Entre los acuerdos de Gobierno de este martes que el conseller David Mascort ha anunciado destaca la flexibilización de algunas medidas que incluye el Pla de Emergència  1. En este sentido, ha explicado que si bien estaba previsto que solo se pudieran regar los árboles monumentales en el plan de sequía redactado en el 2020, ahora este se modifica para que se pueda regar cualquier árbol con agua freática o regenerada. "Todos hemos visto a qué temperaturas llegamos en verano, cada vez es más importante tener sombras en las ciudades y los pueblos. Permitiremos regar con aguas freáticas porque sería mucho peor la muerte de todos estos árboles", ha explicado el conseller Mascort en rueda de prensa.

No se podrán rellenar piscinas no deportivas

El titular de Acció Climàtica también ha avanzado que si bien el plan de sequía recogía que no se permitiría regar ninguna superficie deportiva, a partir de los cambios introducidos y aprobados hoy, en el estado de emergencia 1 se permitirá regar, por ejemplo, los campos de fútbol o de hockey hierba, pero a cambio se tendrá que compensar el agua que se gasta con las duchas de las instalaciones: "Se tiene que reducir el consumo, si se riega se tienen que cerrar los duchas", ha resuelto. La situación es similar en el caso de las piscinas. Si bien el plan no permitía rellenarlas, a partir de estas modificaciones durante la fase de emergencia 1 podrá hacerse en aquellas instalaciones deportivas que cierren las duchas. En el caso del resto de piscinas, tanto de hoteles como privadas, estará prohibido llenarlas en el momento en que se entre en fase de emergencia.

Tres años de sequía

Catalunya acumula ya más de tres años —lo que equivale a 1.100 días— sin lluvias abundantes y generalizadas por todo el país, una situación nunca no vista. Según los expertos, el último episodio destacable de precipitaciones fue noviembre del 2020, ya hace más de tres años. A partir de entonces, las lluvias se han frenado en seco y por ejemplo, en Barcelona, el 2021, el 2022 y el 2023 llovió la mitad de la media climática de los últimos años, situada a los 620 litros: En Catalunya en el 2021 vino acompañado de un régimen de lluvias deficitarias —el gran temporal de noviembre esquivó las cabeceras de los ríos—, una realidad que se mantuvo a lo largo del 2022, aunque un marzo lluvioso permitió una significativa acumulación de reservas. Este 2023, solo las lluvias de marzo y en junio permitieron detener momentáneamente el vaciado de los embalses y en lo que llevamos de 2024, las lluvias apenas han hecho acto de presencia.