Nos encontramos a muy pocos días de conocer la sentencia del Tribunal Supremo contra los líderes que comandaron el procés en las instituciones y a la calle hasta octubre de 2017. Govern y partidos independentistas trabajan a contra reloj para consensuar una respuesta unitaria que también incluya a los comunes. Este miércoles por la mañana, ha habido un ensayo general en este sentido. Ha sido en el Ayuntamiento de Barcelona, a iniciativa de ERC.

Los republicanos han llevado a la comisión de Presidencia, Derechos de Ciudadanía, Participación y Seguridad y Prevención una propuesta de reacción institucional en caso de que, como prevé todo el mundo, la sentencia sea condenatoria, con la intención de arrastrar a Ada Colau y forzarla a desmarcarse de sus socios al gobierno municipal, los socialistas. Y es que el partido de la alcaldesa tiene una mayoría alternativa a la que optar, que son las fuerzas independentistas. Barcelona en Comú (10 concejales) + ERC (10) + JxCat (5) suman nueve votos más que el resto de formaciones (Cs, Barcelona pel Canvi y el PP).

El documento, aprobado por 25 votos a favor y 16 en contra, expresa que las personas enjuiciadas lo son por motivos políticos, exige la liberación inmediata de presos y exiliados, defiende el referéndum, denuncia regresión de derechos en el Estado español y cuestiona el enjuiciamiento de la política y se compromete a dar apoyo a Govern y Parlament en las actuaciones que se emprendan, en tanto que sean transversales e inclusivas.

A pesar de dar su apoyo, desde JxCat Elsa Artadi ha expresado su malestar por el hecho de que ERC no haya consensuado esta iniciativa también con el Govern de la Generalitat. La votación ha dividido la coalición de gobierno, comunes y PSC, como ya sucedió cuando se decidió volver a colgar el lazo amarillo en la fachada del Ayuntamiento.