"Ni un paso atrás, ni un paso en falso". Es una frase ya conocida en el entorno parlamentario del Govern, sobre todo desde que el proceso está en marcha, y es la idea en que se basa toda la acción del ejecutivo en relación al referéndum. También es la afirmación con que hoy el conseller de Territori, Josep Rull, ha ratificado en el 3/24 su compromiso a "hacer el referéndum".

Eso sí, insistiendo en que el referéndum se hará y que el Govern todavía tiene la voluntad de pactarlo con el Estado, Rull ha querido dejar claro que "las formas son muy importantes", porque "unas formas que den confianza nos pueden ayudar a ampliar la base, porque el objetivo no es sólo hacer el referéndum, sino hacerlo y ganarlo", y la fórmula perfecta para ampliar la base y alcanzar el objetivo de la independencia es "ejecutarlo como mejor podamos".

Precisamente por eso, y teniendo presente la advertencia del viernes del Consell de Garanties Estatutàries,  que avisó de que la partida para el referéndum en los presupuestos va en contra de la Constitución y el Estatut, el conseller ha querido calmar los ánimos de la ciudadanía pidiendo que "nos saquemos de encima la tensión respecto de los instrumentos" porque, según su opinión, lo importante es que "lo haremos porque lo queremos hacer y lo haremos bien y posible" y, además, ha recordado, el Consell "no toca los recursos, no toca el dinero, a partir de aquí lo importante es avanzar para hacer el referéndum".

La debilidad de las urnas

Convencido de que dentro del Gobierno español "hay margen para hacer el referéndum", Rull ha recordado que "el problema es que no quiere" y si no quiere es porque "está convencido de que no tiene una propuesta para seducir a los catalanes".

Y no sólo eso. El conseller ha querido poner encima de la mesa que "las urnas dan miedo cuando eres débil" y "cuando no tienes proyecto", pero "en caso de que, finalmente, el Estado continúe enrocado en su negativa y no abra la puerta al diálogo y al pacto, tendremos mucha más complicidad internacional de ser reconocidos no sobre la base de la legalidad española, sino catalana".

Justamente por todo ello, Rull ha emplazado "a algún líder de un gran partido español" a expresarse en los términos en que David Cameron lo hizo cuando todavía era primer ministro del Reino Unido y puso de relieve que "antes que británico, soy demócrata" porque, de esta manera, podría acabar habiendo "voluntad política [...] como lo hacen los países civilizados del mundo".

La poca capacidad del FLA

Otra de las razones que llevan al conseller de Territori a reafirmarse en la voluntad del Govern de proclamar la independencia es que "no podamos hacer lo que el país necesita en este momento, el tema es tener un sistema de financiación que nos permita hacer las cosas que el país necesita ahora, y España por activa y por pasiva nos ha dicho que de ninguna manera cambiaremos el sistema de financiación".

El Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), que el Gobierno central da a Catalunya, aporta al ejecutivo catalán "muy poca capacidad de hacer inversión pública" y, ante la negativa de los de Mariano Rajoy, Rull propone "tener herramientas propias" e "ir a buscar un cambio de esquema "para acabar teniendo" un país que tenga el control pleno de todos los recursos que genera".

Esto, ha recordado, "se llama independencia" porque, ha subrayado, "el problema no lo tenemos a la hora de generar los recursos, lo tenemos a la hora de no poder gestionarlos". De todos modos, y manteniendo todos los intentos de diálogo del Govern, el 10 de abril, la Mesa por el Corredor Mediterráneo viajará a Madrid, según ha anunciado Rull, "a presentar nuestras propuestas" porque, ahora, ya es necesario tener "un calendario cierto, previsible y evaluable".