Tres años después de la moción de censura que puso fin a su carrera política, Mariano Rajoy se mira al espejo. El reflejo muestra a un hombre solo, en medio de una especie de palacio en ruinas. En una entrevista para El Mundo publicada este domingo, el expresidente del Gobierno ha reflexionado sobre el papel que jugó en la represión del independentismo. Como era de esperar, Rajoy se siente orgulloso de su actuación a raíz del referéndum del 1-O y la implementación del artículo 155, hechos a los cuales se refiere como "una batalla muy fuerte y difícil en Catalunya". A estas alturas, si los independentistas "ya no hacen nada" es gracias a su gestión y no por el diálogo entre el PSOE y ERC: "Estos no hacen nada porque saben lo que les pasa si lo hacen", asegura el expresidente.

Batalla en Catalunya

La política de Rajoy se caracterizó, entre otras cosas, por su "inmovilismo". Entre los círculos más conservadores de la derecha española, muchos le reprochan no haber aplastado al independentismo desde un principio. Preguntado sobre por qué "no actuó antes" para detener el referéndum, el expresidente no puede evitar mostrarse un poco arrepentido, pero se defiende: ¿Por qué no suspendemos la autonomía o enviamos al ejército? He oído todo tipo de propuestas. Pero yo era el presidente del Gobierno. Y tuve que asumir mi responsabilidad. Fue una decisión acordada, tomada cuando ya no quedaba más remedio, se consiguió el apoyo europeo y se celebraron elecciones." Respecto al estado del independentismo actual, Rajoy cree que el mérito de haber conseguido reprimirlo es todo suyo, no del diálogo entre Sánchez y ERC: "Ahora este gobierno dice 'Gracias a que estamos dialogando con ERC ya no hacen nada...'. No, no, oiga, estos no hacen nada porque saben lo que les pasa si lo hacen", sentencia el expresidente.

Para Rajoy la suspensión de la autonomía y el juicio al procés son, sin lugar a dudas, unos de los greatests hits de su época al frente del Ejecutivo, y no se esconde: "Hacía un año que llevaba ocupándome de este asunto [...] dimos una batalla muy fuerte y difícil en Catalunya", una batalla que, por lo que da a entender, la ganó él. En la entrevista, el expresidente reflexiona sobre la suspensión de la autonomía y asegura que su "límite" para la activación del 155 lo fijó en la "declaración de independencia": "Hay quien piensa que lo tendría que haber [activado] después de los plenos de septiembre de las llamadas leyes de desconexión, un espectáculo de los más lamentables de nuestra historia". Pero Rajoy tenía un plan B y un gran apoyo en las Cortes (y en Europa) para contener la independencia de Catalunya: "Me obstiné en pactar el 155 con el PSOE y Ciudadanos, aunque tenía mayoría absoluta en el Senado, porque a quién se le ocurre defender la nación en solitario".

El mérito es del PP (y de Cs)

En este sentido, Rajoy se muestra orgulloso de los votos a favor del 155 del PSOE y Ciudadanos, y sobre todo de la alianza con Albert Rivera, a quien el expresidente elogia repetidamente a lo largo de la entrevista: "Ciudadanos aquí se portó muy bien." Por el contrario, lamenta que el PSOE pusiera condiciones a la suspensión de la autonomía y que tuviera que negociar con ellos. Rajoy da el procés por muerto, y el mérito es de su estrategia represiva: "Ahora hay un conocimiento universal-- lo conocen especialmente bien los independentistas-- que la democracia, el Estado y España se pueden defender cuando alguien pretenda violentar la Constitución.

¿Pero a quién debemos culpar por el conflicto entre Catalunya y el Estado? Rajoy no se da por aludido. Quien según su opinión "ha roto la reconciliación nacional" es el PSOE de Pedro Sánchez y su "política absolutamente divisiva": "Este es el gran problema que tenemos en España: una polarización brutal, que cada vez va a más, y que es la consecuencia de los socios que ha escogido el PSOE. Si el PSOE hubiera escogido a Ciudadanos, estaríamos ahora discutiendo si hay que bajar el IRPF". Todo es cuestión de prioridades.

 

Foto principal: el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy / Europa Press