Tras muchos documentos y ofertas, y cuatro meses de ruedas de prensa, posibles pactos, tuits y otros movimientos, España está igual que el 20 de diciembre por la noche, políticamente. El presidente en funciones, Mariano Rajoy, ha liquidado la legislatura desde Toledo, asegurando que comunicará al rey Felipe VI que no tiene apoyos para ser candidato a la investidura. El dato no es nuevo. Pero que lo haya dicho el mismo día en que el presidente del Congreso, Patxi López, llevaba al monarca el listado de los nombres para la nueva ronda de consultas el 25 y 26 de abril, es una declaración de intenciones por parte del líder del PP.

Con 123 escaños, Rajoy no tiene los apoyos, como tampoco los tenía en la segunda consulta del Rey. Entonces afirmó que rechazaba el encargo por "honestidad" con los ciudadanos españoles, y aconsejado por su equipo. Ahora no le haría falta que nadie le diera ánimos para rechazar la petición, ya que las encuestas le anuncian un crecimiento electoral que podría llegar a colocarle con la posibilidad de gobernar con mayoría absoluta con Ciudadanos. Es decir, que al votante del Partido Popular (PP) factores como la corrupción o el caso Soria no le habrían afectado.

Un Monti para España

En un intento de marcar agenda, y desatascar el inmovilismo de Rajoy, el presidente de Ciudadanos (C 's) Albert Rivera, ha realizado una oferta a la italiana al socialista Pedro Sánchez y a Rajoy. Rivera ha propuesto a PP y al PSOE dejar de lado "los personalismos", hacer los tres un paso al lado, y permitir que gobernara un candidato de consenso. Aunque no iguales, los paralelismos con Italia, donde el tecnócrata Mario Monti fue investido para aplicar medidas de austeridad, están presentes. Pero Sánchez se ha negado a la propuesta de pacto de su compañero de pacto diciendo que la política es de "razones y corazón" y no de "tecnocracia".

De hecho, un rato antes, altos dirigentes de la cúpula socialista habían sido vistos riendo, después de que les comunicaran la oferta del político catalán. Curiosamente, al único que no le ha desagradado la iniciativa de Rivera es al líder de Podemos, Pablo Iglesias, pero con algún matiz. "Nosotros preferimos un gobierno de coalición progresista. Lo importante no es que la figura sea independiente, sino para qué tipo de gobierno", ha reiterado el podemita desde la Universidad Complutense de Madrid.

Mariano Rajoy / EFE

Carta en tuit

En este escenario privilegiado, y mientras los el pacto de El Abrazo entre PSOE i C's se zurraban entre ellos, el líder del PP escribía un tuit, casi por quedar bien, dirigido a Pedro Sánchez, donde le indicaba que "puede evitar las elecciones ", si lo desea, al tiempo que le invitaba a "un gobierno de coalición". Es la única propuesta de Génova, como explicaba el diputado Carlos Floriano, asegurando que debe gobernar Rajoy, en tanto que "es lo que quieren la mayoría de españoles". También aprovechaba para tachar de "gesto de último minuto" la oferta de Rivera. Esto "de último" parece que no era casual.

El gesto de Rajoy ha sido interpretado por algunos como sustituto de la llamada que a principios de semana las filas del PP indicaban que tenía que hacer el presidente a Sánchez, para invitarle a sentarse y a hablar sobre la formación de Gobierno. El líder del PSOE ha comentado que no tenía constancia del tuit, pero de las palabras de Sánchez se desprendía que la habría acabado ignorando y que casi era preferible para él que Rajoy no se moviera, porque no se hubieran puesto de acuerdo.

Tras cuatro meses pidiendo "echar al PP y sus políticas", el socialista sólo esperaba que su mano, extendida "a izquierda y a derecha" sea atendida. Ahora bien, Podemos ya no le dará los votos para que gobierne con el pacto que mantiene con Ciudadanos. Todavía menos, después de que las bases de la formación morada rechazaran el acuerdo a principios de semana por un 88% de los votos.

Gran confluencia

Pablo Iglesias ya sólo estudia cómo desbancar al PSOE, a través de una posible Gran Confluencia con Izquierda Unida. La Gran Confluencia parece destinada a rivalizar con el Gran Centro (PSOE y C 's) o la Gran Coalición (PP-PSOE). El desgobierno da mucho juego. Eso, o que Sánchez acepte en un giro de último minuto, que pase por pactar con Podemos, IU, las confluencias, y Compromís, que cuente con los 161 votos del gobierno "de izquierdas a la valenciana". Esto pasaría por buscar la abstención de los independentistas de ERC y de Democràcia y Llibertat (DIL).

Estos no le darán apoyo si no es a cambio del referéndum, cosa que ven lejos, por lo que siguen pendientes de si formar una lista única, un 'Junts x Madrid'. Asimismo, En Común Podemos investiga cómo tener grupo propio y rivalizar con los otros dos. Todo el mundo mueve ficha, de forma encubierta. Así las cosas, parece que es Rajoy quien lleva ventaja a todos: ya se ha revisado las encuestas, ha dado la legislatura por terminada y ha devuelto la paga extra a los funcionarios. La experiencia es un plus, que la nueva política parece que aún no tiene.