El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, volvió a sufrir un lapsus lingüístico al mejor nivel de las ya célebres frases "lo que nosotros hemos hecho es engañar a la gente" o la inmejorable "los españoles son muy españoles y mucho españoles".

Pasó el viernes por la noche durante su discurso en el congreso del PP de Madrid, cuando en un momento que intentaba glosar el progreso que habría llevado su partido y su gobierno al conjunto del país, aseguró que se había construido "Una España a la que 75 millones de españoles vienen cada año", una frase lo bastante rocambolesca si se tiene en cuenta que en el Estado viven unos 47 millones de personas, ni que se marcharan todos sería posible que volvieran cada año.

 

Con toda probabilidad, Rajoy quería decir extranjeros o turistas, pero una vez más se enredó, como cuando dijo aquello de "hay que fabricar máquinas para fabricar máquinas, lo que no hace la máquina es fabricar máquinas"" o la incomparable "es el vecino el que elige al alcalde y es el alcalde el que quiere que sean los vecinos el alcalde".