El Gobierno sigue vigilando las negociaciones para la investidura de Carles Puigdemont entre los partidos independentistas y, en concreto, la última opción de Junts per Catalunya: reformar la ley de Presidencia. Mariano Rajoy ha dirigido a los barones del Partido Popular durante una comida de trabajo celebrado este lunes en Génova que, así como impugnó ante el Tribunal Constitucional la vía a distancia o por delegación, tomaría las "acciones políticas y jurídicas necesarias" si ello se hace efectivo —bajo el argumento de que en funciones no se puede tramitar leyes—.

"No puede ser que no haya un presidente de la Generalitat, no han empezado ni a correr los plazos", ha denunciado el coordinador general Fernando Martínez Maíllo después de que los letrados de la cámara catalana consideraran que el reloj estaba parado. Maíllo ha exigido entonces al presidente del Parlament Roger Torrent que convoque de nuevo una ronda de negociaciones con los partidos para encontrar un candidato a la investidura "que no esté en procedimientos con la Justicia", ni tampoco fuera de España —algo que descartaría a Puigdemont o Oriol Junqueras—.

En ese sentido, el popular ha instado a la presidenta de Ciutadans Inés Arrimadas a no hacer "la estatua de sal" y "no esperar a que el independentismo se ponga de acuerdo". El PP insiste ahí que Cs se presente a la investidura, pero no ven la opción de Xavier García Albiol clara. Preguntado por El Nacional sobre si esa era una forma de "salir de la parálisis", Maíllo se ha excusado con que "la lista más votada es quien tiene que tener la iniciativa". Así y todo, ha asegurado que Albiol —tal como publicó La Razón— "no estaba descartado" aunque "no era un planteamiento lógico, ni razonable".

Así las cosas, las formaciones independentistas se muestran reticentes también a sacar adelante su propuesta con celeridad, pues que la Mesa del Parlament no abordará mañana la propuesta de JxCat, como estaba previsto. En segundo lugar, Arrimadas podría temer el desgaste de someterse a una votación fallida. El PP juega con esa hipótesis, por lo que Maíllo ha lamentado que Cs debía "dejar su estrategia nacional" para salir del bloqueo institucional. Los populares son francamente duros, e incluso han llegado a hablar de "victoria inútil", tras el "voto útil" que le robaron al PP.