Cuando llega la campaña electoral, los políticos luchan por convertirse en el prototipo más parecido a un ciudadano medio. Es decir, su target mayoritario. El presidente en funciones y candidato a la presidencia por el Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, se dirige a un público que según las estadísticas ronda la media de los 50 años y vive en las zonas del campo español. Así pues, en los últimos días ha empezado a desplegar una ofensiva que recibe el nombre de "Caminando rápido" por dichos parajes.
Las zonas como el sur, la Meseta y las Castillas son el principal flanco. En consecuencia, el primer spot de la zaga se rueda en Badajoz. Rajoy corre acompañado mientras el vídeo permite visualizar los escenarios propios de la ciudad. No es sólo la escenografía aquello que interpela a sus seguidores, y el hecho que hacer deporte por la mañana pueda contribuir a normalizar la imagen de un presidente que no se ha caracterizado por la proximidad con los periodistas, ni el público, ni al resto de grupos políticos del Congreso.
El mensaje que dirige el audiovisual, "caminar rápido", es una metáfora sobre la idea que tiene el PP acerca de su gestión al frente del gobierno. "Siempre he preferido caminar rápido a correr. Caminar rápido es mi manera de alcanzar los objetivos. Porque cuando no corres, tienes menos posibilidades de tropezar", dice el presidente en funciones vestido de chandal.
Las reformas implementadas en los últimos cuatro años por el PP se han hecho poco a poco, sobre la base de un horizonte de largo alcance. Así lo acostumbra a explicar la vicepresidenta en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, cuando indica que la reforma laboral empezará a dar los frutos de creación de empleo en el camino que va hasta el año 2020. Quieren llegar a los 20 millones de ocupados.
La idea de hacer deporte no es fruto del ingenio del jefe de campaña, Jorge Moragas, sólamente. El presidente de los EE.U., Barack Obama, también había utilizado el deporte en una de sus ofensivas marquetininanas. Asimismo, lo usó el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, jugando un partido de baloncesto con el "sí", emblema de campaña, en el dorsal de una camiseta rojo corporativo.
Sin embargo, la estrategia de Génova no es tanto ganar apoyos, como no perderlos. Con casi 7 millones de votos y un perfil de elector que se caracteriza por el sentimiento de pertenencia al partido, los populares saben que sólo tienen que mantenerse en esta línea y cuidar a su electorado.
La cervecita
Este spot no es la primera ofensiva para convertirse en "un hombre normal" que lleva a cabo Rajoy. Es conocido que allí donde va en campaña el equipo del PP siempre busca tomarse una cerveza en algún bar del pueblo, con el fin de conectar con una costumbre tan española como es el aperitivo y la caña.