El presidente en funciones del gobierno español, Mariano Rajoy, ha pronunciado  en Zaragoza el mismo discurso postelectoral que ha entonado en cada acto del Partido Popular desde el 20 de diciembre. No ha hecho ni una sola alusión, directa o indirecta, a la renuncia de José Manuel Soria como ministro de Industria en funciones después de que se haya sabido que ocultó haber utilizado a una sociedad offshore en el paraíso fiscal de Jersey hasta 2002.

En un acto sobre educación, el jefe en funciones del ejecutivo español ha insistido en que un gobierno nacido del pacto entre PSOE, Podemos y los partidos independentistas "es letal" y no tiene futuro, a pesar de "la actitud mendicante" del secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez.

A pesar de los cambios de versión de Soria sobre su participación en una sociedad offshore, que han ido desde la negativa hasta la aceptación, asegurando que al principio no recordaba haber tenido ningún papel en esta empresa, Rajoy ha hecho como si eso no afectara de ninguna manera a las negociaciones para formar gobierno en España o a sus posibles resultados electorales si se repiten los comicios, y ni lo ha nombrado. Todo, después de haber asegurado al periodista Jordi Évole en el programa Salvados que se sentiría responsable de un acto de corrupción si lo hubiera cometido él o alguien de su gobierno. De momento, el partido se agarra a lo que ha dicho Soria en una entrevista en 13TV: Que la sociedad era "totalmente legal".

En esta entrevista, Soria niega que haya habido ningún "ocultamiento" de información, argumentando que compareció desde un principio, y que si sus explicaciones no fueron completas inicialmente fue porque no recordaba haber participado en aquellas empresas y no había reunido todos los datos. Este "error", dice, le ha hecho renunciar porque "estaba haciendo daño al gobierno y al partido".

Ajeno a todo eso, Rajoy querido dejar claro que el PP no se moverá de la postura que califica de "sensata" y que viene manteniendo desde el 21 de diciembre de 2015. Esta postura es la gran coalición con el PSOE, en la que, dice, no le importaría que se sumaran "otras fuerzas moderadas", refiriéndose a Ciudadanos.