El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, intenta rebajar la tensión con Alemania después de la liberación de Carles Puigdemont y el rechazo de la justicia de este país a extraditarlo a España por rebelión. En este intento, Rajoy ha considerado desde Argentina que el planteamiento del ejecutivo alemán ante la situación de Puigdemont ha estado "modélico" porque no ha entrado en el asunto al considerar que es un tema judicial.

Rajoy se ha referido así a la decisión de la justicia alemana sobre Puigdemont y la actitud del gobierno de la cancillera de Alemania, Angela Merkel, en la conferencia de prensa que ha ofrecido en Buenos Aires al lado del presidente argentino, Mauricio Macri. El jefe del ejecutivo español ha pedido respeto a todas las decisiones judiciales y ha asegurado que el comportamiento del gobierno alemán ha sido "propio del de una nación europea de las clásicas y de las de primera".

Las declaraciones de Rajoy llegan después de la tensión entre los dos ejecutivos que provocaron las declaraciones de la ministra de Justicia, Katarina Barley, asegurando que consideraba "absolutamente correcta" la decisión de la justicia alemana sobre Puigdemont y opinaba que no sería fácil para España argumentar la entrega de Puigdemont por malversación de fondos. Unas palabras que este lunes, después de una conversación con su homólogo español, Rafael Catalá, el portavoz de Justicia alemán quiso atribuir a un malentendido.

Barley, sin embargo, no fue la única que se expresó en estos términos después de la decisión de la justicia alemana sobre Puigdemont. El vicepresidente del grupo del SPD en el Bundestag alemán, Rolf Mützenich, aseguró que la decisión de la Audiencia de Schleswig-Holstein de descartar el delito de rebelión fue comprensible: "El gobierno español tendría que aceptar que la jurisdicción alemana decide con independencia de los requerimientos políticos".

Algunos cargos del PP, como el ministro de Exteriores Alfonso Dastis, tacharon las declaraciones de Barley de "desafortunadas" y aseguraron que no eran "propias de países amigos".