Escudado por todo su gobierno en pleno, el president de la Generalitat ha entrado en el hemiciclo del Parlament para pedir a los diputados que "se planten ante "el golpe de estado" de la Junta Electoral Central y defiendan "la soberanía e inviolabilidad" de las instituciones catalanas. Quim Torra ha dejado en manos del pleno la decisión sobre si debe acatar o no el veredicto de inhabilitación. Y ha aprovechado su comparecencia para dirigir un mensaje a Pedro Sánchez.

"Hoy pasamos la prueba del algodón", ha señalado. En este sentido, ha interpelado al PSOE para advertirles que con la votación de esta tarde en el Parlament, en la cual se propone ratificarlo en el cargo, los socialistas tienen la oportunidad de demostrar la voluntad expresada por Pedro Sánchez durante su discurso de investidura esta mañana en el Congreso, de acabar con "la judicialización del conflicto político" y que el "nuevo rumbo" que aseguran querer imprimir "no es un nuevo engaño ni una trampa". Lo ha rematado con una pregunta retórica: "se puede establecer un diálogo e inhabilitar al interlocutor"?.

"Ya basta de tribunales y juntas que quieren hacer política", ha manifestado el president. En el marco de la operación diálogo puesta en marcha por sus socios de gobierno, Torra ha emplazado al independentismo a reunirse para "crear las condiciones" y establecer las bases en función de las cuales él debería negociar con el gobierno de España. En la misma línea, ha pedido una nueva convocatoria de la Asamblea de Cargos Electos, que pueda servir para dibujar los próximos pasos que tendría que seguir el independentismo.

Tal como ya apuntó en la primera declaración pública horas después del anuncio de la JEC, Torra se ha quejado de que le hayan intentado "tumbar por tierra, mar y aire" como consecuencia de su obstinación para seguir avanzando hacia la República".

El president ha apelado a los diputados presentes para que actúen en conciencia y eviten el intento esta maniobra para destronarlo. Y ha avanzado que aceptará la decisión que adopte el Parlamento, sea cuál sea. Durante su intervención ha aprovechado para enaltecer la desobediencia como respuesta a los "abusos y las injusticias". "No es sólo un derecho de cualquier ciudadano, es un deber" para cualquier dirigente del país.