El azar ha querido que justamente la semana que se ha puesto caducidad a la legislatura –a pesar de que todavía sin fecha clara– y los partidos han empezado a reactivar la maquinaria electoral, haya llegado a las librerías un retrato del líder extramuros de ERC. Pere Aragonès, el independentismo pragmático de Magda Gergori (Pórtico), acerca al gran público, más que la figura del vicepresidente del Govern, la del hombre que Oriol Junqueras ha situado como continuador de su tarea al frente del partido y del país. Un relato que da a conocer el Aragonès más personal, pero donde también se encuentran algunas confesiones y se explicita claramente cuál es la receta del líder republicano no sólo para hacer una buena paella, como buen amante de la cocina que es, sino también para llegar a la independencia.

Con prólogo de la conocida periodista Lola García, el republicano recuerda el día que Junqueras lo señaló como sucesor si le pasaba alguna cosa a la secretaria general, Marta Rovira, que finalmente se acabó marchando al exilio, y se muestra dispuesto a "asumir todas las tareas" que le pidan. También, evidentemente, la de ser candidato a la presidencia de la Generalitat. "Estoy al servicio del partido. Preparado para asumir todas las tareas que me pidan", señala en un libro construido a base de varias conversaciones pausadas con Aragonès. Además, en él, y preguntado directamente por como "se vendería" como presidente de la Generalitat, el republicano asegura ser "una persona con capacidad de interlocución entre sectores muy amplios de la sociedad", y para hacerlo tanto con "el Gobierno del Estado" como con "actores internos de Catalunya". El objetivo, defiende, no es otro que "generar grandes consensos", reconociendo que le hace "respeto" pero no "miedo" asumir la máxima responsabilidad del país.

El independentismo pragmático o lejos de "simbolismos"

Proveniente de una familia catalanista de Pineda, con un padre exconcejal del municipio por Convergència y una esposa que milita a las juventudes de este partido, Aragonès explica que ya de pequeño le interesaba la política. De hecho, se dedicaba a crear partidos, y a dirigirlos. A diferencia de su entorno familiar, sin embargo, él desde el principio tuvo claro que era independentista, cuando todavía no era ni mucho menos mayoritario, y por eso se afilió a las JERC. Ahora, ya como máximo representante del partido, traza las líneas necesarias para llegar a un Estado independiente, teniendo en cuenta las lecciones aprendidas del 1-O. Así, según Aragonès, los próximos pasos hace falta ejecutarlos "con mucha más fuerza" y estar "muy seguros de cada decisión", sino, avisa: "el precio es muy alto". Y es que la represión post 2017 ha hecho que los republicanos tejan una estrategia más pragmática, lejos de "simbolismos" y "gesticulaciones".

Pere Aragonès retrato Parlamento sin Torra- EFE

"Si hubiéramos ido a una investidura fallida de Carles Puigdemont el 30 de enero de 2018, que no habría servido para hacerlo presidente, lo único que habría comportado es consecuencias penales gratuitas. Nos habríamos ahorrado críticas, pero al cabo de unos días nos habríamos comido nosotros el coste. Pues no. A veces hay que decir 'aguantamos'". Así defiende Aragonès la gestión del partido de lo que seguramente fue uno de los momentos más críticos de relación con JxCat. Dos años después, la historia se ha repetido con la crisis del escaño del presidente Quim Torra. Los republicanos, sin embargo, tienen claro cuál tiene que ser su posicionamiento, a pesar de las críticas de una parte del independentismo. La desobediencia sólo tiene sentido, avisa en este punto, cuando "no sean una actuación individual sino colectiva, y tengan un objetivo muy concreto: deslegitimar el Estado". "Habrá fases y momentos tácticos en que convendría una estrategia de enfrentamientos, de confrontación, de tensión. Y en otros no será así", añade.

A pesar de las diferencias visibles con JxCat, el vicepresidente tiene buenas palabras para los últimos presidentes de la Generalitat, tanto Artur Mas, como Carles Puigdemont, como Quim Torra, con quien asegura que tiene una "excelente relación personal" y a quien define como una "buena persona" que "se ha encontrado haciendo política" en un momento "muy condicionada por el contexto". También reconoce la valía de personas de este espacio como Elsa Artadi, con quien lideró una negociación con el Estado a través de la vicepresidenta Carmen Calvo, pero que quedó paraco por la polémica del relator.

Objetivo: ampliar la base y sumar a los comunes

Aragonès también aprovecha el libro para explicar más pausadamente la expresión que más fortuna ha hecho en los últimos tiempos, y que también les ha comportado críticas: "ampliar la base". Lejos de enmendarlo, el líder extramuros de ERC asegura que él "lo ha defendido siempre", hace diez años y ahora. "El objetivo siempre es ser más", defiende, recordando que cuando la antigua Convergència se sumó al procés independentista él envió una carta al líder de las juventudes convergentes para felicitarlos. Y es que actualmente, reconoce, la mayoría es "muy justa" como para poder obligar al Estado a aceptar un referéndum". "Somos suficientes para ganar un referéndum con reglas democráticas, pero no para forzar el Estado a aceptar los resultados. Por lo tanto, hay que ampliar la base", añade para concluir el debate.

Pere Aragonès retrato - EFE

Es en este punto donde Aragonès también habla del papel de los comunes y lamenta que aceptaran "pagar el peaje" de la maniobra de Manuel Valls para mantener la alcaldía de Barcelona. Sin embargo, defiende que es un "error" que se tiene que poder "enmendar" y asegura que la posición de los comunes en "muchos aspectos" no esta "tan alejada a la de los republicanos". "Tenemos que poder sumarlos como autodeterministas en el próximo paso adelante, en el próximo hito en el camino hacia la independencia", asegura. Además, en otro punto del libro también apunta que hay un "espacio que está a caballo entre la CUP, los comunes e Esquerra" y que hay que poder encontrar acuerdos y consensos con estas formaciones.

"Las esquerres republicanes", el futuro del partido

Con todo, con respecto al futuro del partido que lidera y que se quiere convertir en hegemónico, asegura que el objetivo es "aspirar a aglutinar" varias corrientes políticas "desde el centro hacia la izquierda" y desde "una óptica independentista". Por eso, y poniendo como ejemplo el Fuente Amplio de Uruguay, asegura que en Catalunya también hace falta un "frente amplio" de izquierdas. "Catalunya es mayoritariamente de izquierdas. Como partido tenemos que ser eso, las izquierdas republicanas," añade. Finalmente, con respecto a futuros liderazgos del espacio, Aragonès también apunta que Roger Torrent es uno de los actores que hay que "tener preparados" porque "jugará un papel importante" y también cita nombres como Juli Fernández, Bernat Solé y Sergi Sabrià, o mujeres como Irene Fornós o Carolina Telechea, además de la ya portavoz y secretaria adjunta Marta Vilalta

Con todo, el libro de la joven periodista Magda Gregori resume en poco más de cien páginas las principales ideas políticas de Aragonès, pero también enseña su faceta más personal, como padre de la pequeña Clàudia que nació hace menos de un año, y revela alguna que otra intimidad del vicepresidente, y de quien en unos días podría encabezar la lista de los republicanos a la Generalitat, como es que imita muy bien a sus principales rivales políticos. ​