El president Carles Puigdemont y el vicepresident Oriol Junqueras se han reunido este miércoles con una representación de Port Aventura, encabezada por su presidente, Artur Mas-Sardá, para hablar del futuro del parque recreativo Barcelona World, que ahora se conoce como Centro Recreativo y Turístico (CRT).

Puigdemont y Junqueras han trasladado a los responsables de Port Aventura que el Govern está intentando conseguir un proyecto “consensuado políticamente y respetuoso con el territorio” que sea “creador de empleo estable, ambientalmente sostenible y atractivo para el turismo de negocios y familiar”, según ha asegurado el Govern a través de una nota de prensa.

La reunión se ha celebrado a petición de los representantes de Port Aventura y ha servido para que éstos transmitieran a los máximos responsables del ejecutivo su interés en que “el CRT acoja el mejor proyecto posible y complementario con sus instalaciones” y que encaje con su perfil de ocio familiar.

El pasado 10 de febrero, Puigdemont y Junqueras se reunieron en el palau de la Generalitat con el presidente y el vicepresidente de Hard Rock que quisieron explicar al Govern su proyecto para el CRT, que supondría una inversión de 2.500 miliones d’euros.

Diferencias en el Govern

De hecho, uno de los primeros objetivos del Govern y del grupo parlamentario de JxSí en relación a este tema es conseguir una posición interna lo más consensuada posible. Mientras Convergència no esconde la voluntad que prospere, los republicanos tampoco disimulan las reticencias.

El lunes, según ha podido saber El Nacional, se activó un grupo de trabajo dentro del Govern que integran por parte de Presidència la directora general de coordinació interdepartamental, Elsa Artadi, y desde la vicepresidencia, el secretari d'Hisenda, Lluís Salvadó. El objetivo es intentar acercar opiniones y evitar las discrepancias que aparecen públicamente.

El encuentro del lunes se celebró horas después de que el portavoz de ERC, Sergi Sabrià, insistiera en la rueda de prensa posterior a la ejecutiva republicana que “hay” que replantear el proyecto”. En concreto, Sabrià apostó por un modelo que redimensione el diseño inicial y reduzca al mínimo la actividad dedicada al juego.

Poco después, la portavoz de Convergència, Marta Pascal, insistía en que el proyecto está “vivo y relevante” y tiene que salir adelante. Y discrepaba de los republicanos en el sentido de que la consulta sobre el BCN World se tendría que hacer en el Camp de Tarragona y no en toda Catalunya.

Entre unos y otros, aparecía la CUP, que directamente reclama dejar el proyecto para otra legislatura.