El president Carles Puigdemont ha asegurado que si fuera investido por el Parlament "volvería" al Palau de la Generalitat. En una entrevista en el programa Quatre gats de TV3 de este domingo avanzada por El Periódico y la televisión pública, Puigdemont ha reiterado la voluntad de volver a Catalunya "como president" y ha recordado que si entrara en el Estado "no podría asistir a la sesión de investidura" como le sucedió al conseller Jordi Turull.

Por otra parte, ha constatado que el discurso del Rey del 3-O de 2017 "es un aval" a la irrupción de Vox. Puigdemont ha dicho que la "culpa" de la entrada de la formación en el parlamento andaluz es de los que la han votado y de los que "han pavimentado la autopista para que se pueda considerar normal votar un partido de extrema derecha".

Con todo, ha lamentado que junto con Vox el nacionalismo español "circula desbocado". Puigdemont ha explicado que estaba al corriente de la voluntad de los presos de iniciar una huelga de hambre y ha admitido que "impacta mucho".

El president en el exilio también ha hablado de la reunión en Waterloo entre varios partidos políticos, incluida la CUP, y ha recordado que el éxito de estos encuentros depende también de la discreción. "Nos interesa que podamos seguir teniendo una relación. Pasan cosas muy importantes en el país, como la huelga de hambre, y existe un clima político determinado. Que actores políticos y sociales hablemos no tendría que sorprender a nadie", ha sostenido. Así, Puigdemont ha hecho un llamamiento a que haya "mucha coordinación" entre los partidos.

De su última etapa como president, Puigdemont ha reiterado que las conversaciones y encuentros entre él y Mariano Rajoy "se han conocido todas" y que no se celebró "ninguna" que no se hiciera pública. Sin embargo, ha admitido que sí hubo contactos entre gobiernos. "No tomé la decisión del 10 de octubre (de suspender la declaración de independencia) para nada", ha explicado. "España tiene mucha responsabilidad al respecto y no quiere hablar", se ha quejado.