La muerte de Aleksei Navalni ha sacudido el panorama político. Desde que los servicios penitenciarios han informado del deceso del principal opositor ruso, de 47 años, a Vladímir Putin, las reacciones por toda Europa no se han hecho esperar. El president en el exilio, Carles Puigdemont, ha hecho una publicación en X (anteriormente, Twitter) donde expresa su pésame por el traspaso de Navalni y ve patente con este hecho "la debilidad del régimen de Rusia". Concretamente, Puigdemont manifiesta que "la muerte de Navalni en una prisión de Siberia es una terrible noticia para la democracia y expone al mundo las debilidades del régimen ruso" de Putin, a los que acusa de "silenciar y perseguir la disidencia política por todos los medios". "Descanse en paz", concluye el también eurodiputado, en alusión al opositor ruso.

 

El juez Joaquín Aguirre prorrogó recientemente una de las piezas del caso Volhov que vinculan a Puigdemont en la supuesta trama rusa argumentando que había recibido una "carta anónima" con recortes de prensa en que se explicaba que, presuntamente, el president había recibido a un emisario de su homólogo ruso, Vladímir Putin, unas horas antes de la votación de la declaración de independencia en el Parlament de Catalunya el 27 de octubre de 2017. Carles Puigdemont se muestra abiertamente crítico con el "régimen" ruso.

El comunicado de los servicios penitenciarios sobre la muerte de Navalni

La noticia del deceso del opositor ruso Aleksei Navalni se ha conocido por un comunicado del Servicio Penitenciario Federal de Iamal, que ha explicado que lo han encontrado muerto en la colonia dónde estaba encarcelado (Kharp), una población del distrito autónomo de Iamalo-Nénets y que se encuentra a 60 kilómetros del Círculo Polar Ártico. Según el texto, Navalni "se habría sentido mal tras un paseo y, casi inmediatamente después, habría perdido el conocimiento". "Se han llevado a cabo todas las medidas de reanimación necesarias, pero no han dado un resultado positivo", detallan. El principal crítico con Putin cumplía una condena de 30 años de prisión por los delitos de extremismo y fraude. Con todo, sus colaboradores alertaban del riesgo que sufría Navalni siendo encarcelado y del hecho de que podría ser trasladado a una prisión de "régimen especial" (la más severa) por las condenas de estos hechos.

Por su parte, la Unión Europea también se ha pronunciado sobre la muerte de Aleksei Navalni y ha señalado directamente a Rusia por estos hechos. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha afirmado que el club comunitario "considera al régimen ruso como el único responsable de esta trágica muerte". En una publicación en X, Michel añadía que "los combatientes mueren, pero la lucha por la libertad nunca acaba". Desde la OTAN, su presidente, Jens Stoltenberg, ha pedido aclarar los hechos y ha interpelado directamente al gobierno ruso: "Tienen que responder preguntas seriamente" al respecto.