El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, tiene previsto entregar al presidente Mariano Rajoy las firmas del Pacte Nacional pel Referèndum que avalan el apoyo ciudadano a garantizar el derecho a decidir, mediante un acuerdo con el Estado. Pero fuentes de la Moncloa ya avisaban hace semanas de que no se produciría una nueva reunión entre homólogos, si era para "salir a bofetadas". Por ese motivo, el ejecutivo central dice mantener la mano tendida para dialogar con la Generalitat, pero sin hacer un ultimátum antes de poner las urnas.

"Calma, tranquilidad, hablemos. No planteemos eso en términos de última oferta. El presidente [Rajoy] ya ha explicado pública y privadamente por qué no puede, ni autorizará el referéndum. Somos un gobierno dialogante pero respetamos el ordenamiento jurídico", ha dicho el portavoz Íñigo Méndez de Vigo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Más tarde ha indicado que aplicar el derecho a decidir "sí o sí" era el "monotema".

De Vigo también se ha tenido que pronunciar sobre la propuesta del exministro José Manuel García-Margallo para detener el referéndum –suspender las competencias de la Generalitat durante 24 horas, controlar a los Mossos y requisar las urnas–, aunque ha evitado mencionar la idea y a su emisor. "Aquello que le preocupa a este Gobierno es resolver los problemas de la gente. Una y otra vez decimos que este referéndum es ilegal, los tribunales se han pronunciado sobre el mismo. No beneficia en nada a los ciudadanos", ha cerrado.