Carles Puigdemont ha insistido este domingo en que la única vía para que Catalunya "siga existiendo como nación" es la "independencia política". Así lo ha recordado a través de las redes sociales, recuperando un fragmento de la conferencia que ofreció el pasado 5 de septiembre en Bruselas, día que fijó las condiciones para negociar una investidura del Gobierno. En medio de un contexto marcado por las posibles conversaciones con el PSOE para investir a Pedro Sánchez, el presidente en el exilio ha vuelto a situar la independencia encima de la mesa, dejando claro que es un punto fundamental.

"Catalunya es una nación, una vieja nación europea, que ha visto atacada su condición nacional por los regímenes políticos españoles desde 1714, hecho por el cual ve en su independencia política la única manera de seguir existiendo como nación", ha señalado Puigdemont, añadiendo que "por si alguien había perdido este fragmento" de su conferencia, lo ha vuelto "a reproducir".

De esta manera, Puigdemont ha reiterado el mensaje que ya compartió la semana pasada, cuando también recuperó parte del texto de su intervención desde Bruselas. En aquella ocasión, el presidente en el exilio señaló que España "tiene un dilema" con una resolución "compleja". "O repite elecciones, con el riesgo de que los equilibrios políticos sean tan frágiles como ahora; o pacta con un partido que mantiene la legitimidad del 1 de Octubre y que no ha renunciado ni renunciará a la unilateralidad como recurso legítimo para hacer valer sus derechos", apuntó Puigdemont a través de su cuenta de Instagram.

Se enfrían las opciones de la oficialidad del catalán en la UE antes de una investidura

Pero la negociación entre los partidos independentistas y el PSOE para la investidura podría complicarse por la oficialidad del catalán en la Unión Europea. Y es que el Gobierno ha reconocido la dificultad en conseguir que el catalán sea una lengua oficial antes del debate de investidura de Sánchez. Fuentes conocedoras de las conversaciones que el ejecutivo mantiene con todos los actores —los 27, Junts, y el Govern— avisan que es poco probable que se alcance la oficialidad del catalán antes de finales de noviembre, momento que se acaba el plazo de las negociaciones y que obligaría a convocar, de manera automática, unas nuevas elecciones generales. Según explican a ElNacional.cat, consideran que es preferible esperar y no hacer la votación hasta que todos los socios hayan dado el visto bueno.