La aprobación de las enmiendas a la totalidad del proyecto de presupuestos del Govern acababa de tumbar los presupuestos cuando el president, Carles Puigdemont, pidió intervenir ante el pleno el pasado 8 de junio poco después de las cinco y media. Ante la sorpresa de los diputados, Puigdemont anunció que se sometería a una cuestión de confianza. "En estas condiciones no se puede continuar. No vamos a ningún sitio con unas bases tan volátiles", admitió.