Carles Puigdemont recoge en su libro M'explico lo que describe como "instantáneas" de los diferentes momentos que vivió su presidencia entre enero del 2016 y diciembre del 2017. En una conversación con ElNacional.cat con motivo de este Sant Jordi de verano, aborda algunos de los episodios que aparecen en el libro, como las tempestuosas relaciones con ERC, pero también habla sobre el futuro de JxCat, las próximas elecciones y su papel a la política catalana.

Puigdemont admite que el libro ha resultado incómodo y duro en algún momento. "Es un libro de lectura fácil y de digestión difícil", sintetiza. Quizás por eso y por la polvareda que ha levantado, relativiza la contundencia con que valora el papel de Esquerra y de su líder durante aquellos meses, que no duda en tildar de desleal en diferentes ocasiones en el texto.

Asegura, sin embargo, que "ni entonces ni ahora" ha dudado del compromiso de toda ERC y de su presidente, Oriol Junqueras, con el referéndum e insiste que ante aquellas diferencias todavía "cobra más valor" haber hecho posible la votación, superando los conflictos. "Es normal que tengamos algunas disensiones", justifica.

¿La unidad es imposible? "No es imposible porque hicimos el 1-O. Mantuvimos que el interés superior pasaba por encima de nuestras biografías incluso y eso continúa intacto", concluye.

No obstante, argumenta que no habría sido "honesto" si hubiera hecho unas memorias más edulcoradas y asegura que no ha querido explicar un relato como si hubiera sido un camino de rosas.

Puigdemont explica que el 26 de octubre del 2017 estaba dispuesto a convocar elecciones "si se cumplían unas determinadas condiciones", insiste en que habría preferido que el Estado lo hubiera aceptado, porque "intuían" que la pulsión represora del Estado sería insaciable -"hoy está el ejemplo de la revocación del 100.2 de la presidenta Forcadell", argumenta- y responsabiliza no solo al PP, sino también al PSOE de la aplicación del 155.

Puigdemont atribuye al discurso del rey Felipe VI el 3 de octubre la deriva que acabaron teniendo los acontecimientos posteriores, así como el endurecimiento de las posiciones del PSOE, que en un primer momento había mostrado consternación ante las imágenes del 1-O.

Según su opinión, el discurso del Rey "impide que el día 10 haya un acuerdo, bloquea la política española; habilita toda la represión con el encarcelamiento de los Jordis, esta cultura del aporellos que se ha instalado, que moviliza a la judicatura y acaba impidiendo que el 26 [de septiembre] el Gobierno español acepte".

La democracia exige que la Casa Real explique qué pasó el 3-O, por qué pronunció un discurso abiertamente inconstitucional, golpista

Por esta razón, considera que la monarquía tendrá que dar alguna explicación. "La democracia exige que la Casa Real explique qué pasó, por qué pronunció un discurso abiertamente inconstitucional, golpista, en que abdicó en directo de ser el Rey de todos los catalanes, solo se dirigió a una parte y a la otra parte le dijo, preparaos que ahora vamos a por vosotros", advierte.

Ante las preguntas sobre su futuro político asegura ha aprendido que en sus circunstancias no puede hacer previsiones más allá de una semana", aunque antes su costumbre era "mirar muy a largo plazo".

En el libro recuerda que desde que asumió la presidencia de la Generalitat insistió en que solo ocuparía esta responsabilidad los 18 meses hasta celebrar al referéndum, asegura que si eso hubiera ido como tenía previsto se habría retirado.

Me siento en la obligación de no dejarlo al menos hasta que se complete un ciclo, pero este ciclo todavía no se ha completado

"Esto no pasó. Y aunque mi vocación sigue siendo esta, me siento también en la obligación de no dejarlo al menos hasta que se complete un ciclo, pero este ciclo todavía no se ha completado. Podemos estar cerca. Sigo viéndome, como cuando iba solo en el coche conduciendo para entrevistarme con el presidente Mas para que me propusiera el cargo de president: una situación no querida, para la que no he trabajado ni me he preparado, pero si me la encuentro he de intentar gestionarla primero de la manera más limpia posible y de la manera que la pueda explicar lo mejor posible también, incluso sabiendo que cometo errores pero son útiles cuando los puedes explicar y aprendes de ellos", confiesa.

Por lo que respecta a JxCat, asegura que serán los militantes quienes decidan el liderazgo y que el congreso que se pone en marcha este fin de semana para convertir esta marca en un partido tiene como objetivo "poner orden, coherencia y maquinaria para que funcione como un reloj".

Elecciones

No quiere hablar de las listas electorales, ni pronunciarse sobre la fecha de los comicios, hecho que corresponde al president, Quim Torra, pero sí hace algunas putualizaciones que resultan especialmente interesantes en este momento.

Torra tiene que poder decidir la fecha de las elecciones. Como yo, que sabía que era una decisión fundamentada a la que llegué tras diferentes debates

"Esta es una decisión que pertenece al president Torra. Y tiene que poder decidir con libertad, haciendo lo mismo que me pasó a mí. Yo sabía que era una decisión mía. Era una decisión fundamentada a la cual llegué después de diferentes debates, el día 25, el día 26 mismo, sobre la conveniencia y momento hacerlo. Pero la potestad es del president Torra y haríamos un flaco favor si todos nos creyéramos con el derecho de decir al president Torra lo que tiene que hacer con una competencia que es estrictamente suya", explica.

No se pronuncia sobre si Torra tiene que convocarlas antes de que se pronuncie el Supremo sobre su inhabilitación, pero admite que también la crisis del coronavirus puede condicionar la decisión.

El Gobierno tiene que priorizar la atención y la cautela y por lo tanto no sabemos si eso nos condicionará o no un calendario político

"El Govern tiene que priorizar claramente la atención y la cautela y por lo tanto no sabemos si eso nos condicionará o no un calendario político", ha explicado.

Por lo que respecta al suplicatorio que tendrá que votar el Parlamento Europeo sobre su inmunidad, ha asegurado que es un debate que les interesa tener. "Por primera vez que en el Parlamento Europeo se podrá debatir a fondo sobre el caso de los catalanes, por eso lo hemos hecho", ha asegurado, argumentando que obligará a las instituciones europeas a conocer el "conflicto".

En cualquier caso, asegura que hoy hay más conocimiento de Catalunya en el Parlamento Europeo que nunca antes. "Para llegar algún día al reconocimiento, lo que hace falta es conocimiento", advierte.