El delegado del Govern en Madrid, Ferran Mascarell, ha sido designado por el president, Carles Puigdemont, como la persona encargada de defender las alegaciones del ejecutivo contra la aplicación del artículo 155 ante el Senado. Así lo ha comunicado Puigdemont al presidente del Senado, Pío García Escudero, a quien le ha transmitido también el contenido de las alegaciones. El president comunica, asimismo, que si no es posible que sea Mascarell quien lo represente serán los senadores Josep Lluís Cleries o Miquel Àngel Estradé quienes asumirán la responsabilidad.

Mascarell ha estado en el Palau de la Generalitat en la reunión que esta madrugada han mantenido el Govern con los partidos y las entidades para cerrar la respuesta a la amenaza de suspensión de la autonomía que expondrá el presidente ante el Parlament en el pleno que empieza hoy.

 

El Senado ha confirmado este jueves por la mañana que había recibido las alegaciones por burofax. Ha llegado pasados tres minutos de las diez de la mañana, lo que ha hecho que la cámara informara en un primer momento de que no había recibido nada y se cerraba el plazo. Pero finalmente el Senado ha aceptado toda la documentación enviada por la Generalitat. Estas alegaciones van precedidas de una carta del president Carles Puigdemont, donde designa a Mascarell para que lo represente "a los efectos requeridos", como contempla el reglamento del Senado para este caso.

"Arrebatar la autonomía política"

En sus alegaciones, el president Carles Puigdemont empieza recordando que el artículo 155 establece que el Gobierno español podrá dar instrucciones a las autoridades de las comunidades autónomas, hecho que "resulta incompatible con destituirlas, ocupar su lugar o sustituirlas en el ejercicio de todas sus funciones que constitucionalmente les corresponden". El acuerdo del Consejo de Ministros contempla el cese del presidente y todos sus consellers.

Según Puigdemont, lo que no puede hacer el Senado es "dar un cheque en blanco al Gobierno del Estado" con el 155, que no es "una cláusula de plenos poderes". Recuerda que, en sus dos respuestas dirigidas al presidente español Mariano Rajoy, "se reiteraba la voluntad de establecer un diálogo", que ha sido "ignorado" por el Estado español.

El president señala que las medidas tendrían que circunscribirse a detener el proceso de independencia, pero denuncia que "este límite ha sido sobradamente sobrepasado, y sin justificación" en las medidas acordadas por el Gobierno español. No sólo buscan revocar la declaración de independencia suspendida, sino también "despojar prácticamente" a las instituciones de la Generalitat de sus principales atribuciones.

También se refiere concretamente a la intervención sobre el Parlament de Catalunya, que "le privarían de todas las funciones esenciales que lo definen como cámara de función parlamentaria; tanto la función electiva del presidente, como la de control e impulso del Gobierno e incluso la función legislativa".

"Para resolver lo que el Gobierno del Estado ha calificado de grave situación extraordinaria, se creará una situación extraordinaria todavía más grave, al arrebatar a Catalunya su autonomía política", concluye Puigdemont.