Besalú está de Festa Major y ha contado con la presencia de un pregonero muy especial; el president en el exilio, Carles Puigdemont. "Todavía nos esperan pruebas muy duras", ha alertado el president en un vídeo, es por eso que ha animado a los habitantes de Besalú a "coger fuerzas y recordar los que no pueden estar en la Festa Major: los que estamos en el exilio, los presos o todos los que están en alguna causa judicial".

El president ha explicado que "todavía queda tramo por recorrer" pero ha enviado un mensaje tranquilizador y ha asegurado: "Lo haremos, porque si hemos superado todo lo que ha pasado y todavía estamos de pie y movilizados, ¿qué no podemos superar?". Según Puigdemont, los catalanes ya "hemos superado las dificultades más fuertes que nos podíamos encontrar en nuestras vidas".

El pregón del president en el exilio ha sido alentador, pues considera que "nuestros adversarios, los que nos quieren mal, los que querrían que ni siquiera soñáramos con una república independiente ya no saben qué más hacer". Puigdemont asegura que el Estado ha llegado a un punto en que "para frenar una cosa que no se puede frenar" han tenido que recurrir a medidas como "el fanatismo judicial, la violencia policial y las mentiras".

Agradece el trabajo de los ayuntamientos

El president ha querido agradecer la tarea de los ayuntamientos y su papel en el procés: "La Festa Major es importante porque pone de relieve lo que representan los ayuntamientos en un país. Catalunya tiene una gran capital que necesita una red de pueblos". Para ejemplarizarlo ha recordado el referéndum del 1 de octubre y ha puesto de relieve "la solidaridad por la libertad y la república" de los consistorios.

Finalmente, el president catalán ha mirado al futuro y ha deseado no hacer el pregón de Besalú el próximo año "y poder estar en persona en la fiesta". Puigdemont indica que si estuviera en la fiesta, "querría decir que estamos celebrando la libertad, no sólo de los presos y exiliados, la libertad de todos vosotros".