El presidente de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont, ha tirado un mensaje claro esta mañana en el gobierno español y ha asegurado que ninguna inhabilitación puede parar la democracia. Según Puigdemont, el ejecutivo de Mariano Rajoy no se detendrá y seguirá pidiendo la inhabilitación de los cargos políticos que están al frente del procés. "Cuando hayan acabado, continuaremos aquí, porque detrás nuestro habrá centenares de miles de personas que no podrán inhabilitar", ha advertido en su intervención en el consell nacional del PDeCAT, donde también han hablado el presidente de la formación, Artur Mas, y la coordinadora general, Marta Pascal.

"Nos tenemos que preparar para aguantar un pulso duro, más duro todavía, no nos tenemos que asustar ni tenemos que tener miedo". Esta es la consigna que, según Artur Mas, tiene que marcar el camino en los próximos meses, ya que justo empieza la fase "más difícil, importante y decisiva" del proceso soberanista. Mas ha calificado esta nueva fase como "la lucha final".

También se han expresado en esta misma línea Marta Pascal y Carles Puigdemont. "Todo lo que queramos ser depende exclusivamente de nosotros", ha recalcado Pascal, quien ha instado el PDeCAT a ser "el gran palo de pajar del soberanismo". Por su parte, Puigdemont ha asegurado que tan sólo faltan "los últimos metros de un tramo que viene de muy lejos".

Con diálogo, pero con contundencia

El expresidente de la Generalitat y el actual líder del ejecutivo catalán han coincidido en remarcar delante del máximo órgano de la formación entre congresos que hay que seguir haciendo el proceso "por la vía catalana" hasta concluirlo. Puigdemont ha defendido esta vía como la correcta, porque no ha sido nunca la de la "violencia ni la confrontación", pero advierte que la voluntad del Estado español es que los catalanes se rindan y que eso no lo podemos permitir. "Los catalanes pactamos y dialogamos, pero no nos rendimos", ha sentenciado.

Puigdemont ha alabado el proceso de un pueblo "en marcha, movilizado y cargado de razones" en frente de un Gobierno central que concibe el concepto de ganar como el de "derrotar a Catalunya". "Vendrán provocaciones, algunos se pondrán nerviosos, por eso es ahora cuando más nos hacen falta aquellas actitudes de serenidad y tranquilidad que han hecho grande Catalunya", ha valorado.

Así, Artur Mas también ha querido poner en relieve que el proceso catalán es "democrático y pacífico", pero ha coincidido con su sucesor en que el hecho de ser pacífico no implica "claudicar". Además, el líder del Partido Demócrata ha ironizado sobre la altura de miras de Mariano Rajoy, sobre la cual ha criticado que es como pedir a los peces que vivan fuera del agua.

Rendirse no es una opción

Artur Mas ha pedido al pueblo catalán que "sean fuertes y se crean el objetivo" porque ganar no tan sólo implica la libertad, sino también "poder decir a toda aquella gente que nacerá en un futuro que si lo hacen en una Catalunya libre, lo hará en uno de los mejores países del mundo".