El mundo político catalán, con el president, Carles Puigdemont y la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, al frente, ha participado esta noche en la celebración del Día de la Independencia de los EE.UU. que como cada año se ha celebrado en el consulado norteamericano convocado por el cónsul Marcos Mandojana.

La cita, rodeada de intensas medidas de seguridad que ha obligado a cortar el passeig Reina Elisenda, se ha organizado en los jardines del consulado donde, además de celebrar los 241 aniversario de la independencia de los EE.UU., se ha querido evocar también los 25 años de los Juegos de Barcelona -"para millones de americanos fue nuestra introducción a Barcelona", ha evocado el cónsul- y el centenario de la Cámara de Comercio de EEUU en España.

La única bandera presente en la celebración era la de los Estados Unidos y Mandojana, extremadamente cuidadoso en su intervención, ha evocado al hacer balance de los últimos 12 meses el apoyo del consulado al "crecimiento a cifras récord de inversiones de empresas norteamericanas en Catalunya y Andorra y de empresas catalanas en EE.UU.", así como las nuevas conexiones directas del Prat a ciudades como Chicago, San Francisco y Los Ángeles. "Y, por descontado, hemos disfrutado de la histórica remontada del Barça", ha recordado el cónsul, conocido culé.

La cantante Gwen Perry se ha encargado de interpretar el himno de los EE.UU. mientras escuchaban, en primera fila, la presidenta del Parlament, los consellers Raül Romeva, Jordi Jané, Josep Rull y Meritxell Serret, además del delegado del Gobierno, Enric Millo, la coordinadora del PDeCAT, Marta Pascal, los líderes del PP, Xavier García Albiol, y Demòcrates, Antoni Castellà. Con ellos, diputados del Parlament y el Congreso y concejales, y numerosos representantes de la sociedad civil catalana, desde la nueva decana del Colegio de Abogados, Maria Eugènia Gay, hasta el presidente de la ANC, Jordi Sànchez.

En la recepción, financiada con el patrocinio de una cuarentena de empresas, no han faltado los hot dogs, las hamburguesas y las pizzas. La fiesta tenía su hashtag para permitir el seguimiento a través de las redes, #4JulyBCN.