El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, reclama al Estado que tenga altura de miras y respete la voluntad mayoritaria a favor del referéndum. Lo ha dicho en un artículo que ha escrito en El Punt Avui, donde el presidente acusa al Gobierno de utilizar la legalidad como excusa para impedir la votación.

Puigdemont recuerda que el referéndum del Estatuto fue "legal, acordado y con todas las garantías", y el texto acabó muerto y enterrado por el recurso "unilateral" del PP. Por eso, el presidente quiere dejar claro que el problema no es de leyes o de acuerdos, sino de falta de voluntad para aceptar qué desean los ciudadanos.

El presidente de la Generalitat pone énfasis en que en una democracia, las leyes se tienen que adaptar a la realidad que va evolucionando y no están para amputar la voluntad del pueblo. Por todo eso, recalca que la Generalitat pondrá urnas por muchas "amenazas, presiones judiciales o intoxicaciones mediáticas" que pueda haber.

Según Puigdemont, "votar se ha convertido en una cuestión de higiene democrática ante la creciente degradación democrática del Estado español". También recuerda que el referéndum del Estado fue reconocido y no se cuestionó, a pesar de no llegar, por poco, al 50% de participación.