El president Carles Puigdemont (Amer, 1962) advierte en una entrevista por videoconferencia desde Hamburgo con El Nacional que no tiene ningún sentido abordar una reunión entre el president, Quim Torra, y el jefe del ejecutivo español, Pedro Sánchez, en que no se hable de las relaciones entre Catalunya y España y el derecho a la autodeterminación. "Basta de buscar eufemismos y de pasar del café para todos a las reuniones para todos. Hay un problema que lo ven en todo el mundo", advierte. Poco antes de que Sánchez protagonice su primer viaje como presidente a Catalunya, acompañando el rey Felipe VI este viernes en Tarragona, Puigdemont asegura que es el momento de recordar al líder socialista que encabeza el gobierno español gracias, entre otros, al voto de los independentistas.

Desde JxCat se habían expresado dudas sobre la conveniencia de apoyar la moción de censura de Pedro Sánchez que desbancó a Mariano Rajoy. ¿Cómo valora el Gobierno Sánchez?
Es muy pronto para valorarlo. Yo lo que quiero valorar son las políticas. No la cosmética. De momento, son gestos. Ninguno en relación a lo que nos afecta a nosotros. Es verdad que su actitud es radicalmente diferente al tono del PP. Sólo hay que ver la actitud ante el barco Aquarius. Esto solo es un gesto, que no puede hacer olvidar el maltrato que sufren cada día miles de inmigrantes que pasan gravísimos problemas en otros puntos de España, pero es un gesto que efectivamente oxigena la opinión pública, y que nos empieza a acostumbrar a debatir como debaten las democracias europeas sobre los problemas profundos que tenemos. En este sentido, por lo tanto, el cambio de tono es evidente. Pero si ahora empiezo a repasar qué decisiones se han tomado, no veo ninguna. Y tienen de claras para tomar. Que no haya la voluntad de hacer una reunión urgente con el president Torra bilateralmente para hablar...

Se está preparando los temas de la reunión...
¿De qué vamos a hablar? Caray, de Catalunya tenemos que hablar. Ya es suficiente de hablar eufemísticamente del problema territorial de España. No, no, no. España no tiene un problema territorial así en abstracto. Tiene un problema de organización territorial, como tienen muchos países, y hay un problema que se llama Catalunya. Basta de buscar eufemismos y de pasar del café para todos a las reuniones para todos. Hay un problema que se ve en todo el mundo. Ya tendría que haber sido hora que hubiera habido una iniciativa proactiva por parte del gobierno español, pero bien, estamos todavía en el periodo de gracia, no hay que poner más leña al fuego. Más allá de comentar el tono, las políticas son iguales.

De hecho, la reunión con Torra se ha enmarcado en la ronda de contactos con las comunidades autónomas y, además, será la segunda...
Sí, como si no pasara nada. Es un mal mensaje, evidentemente. Por eso digo que no hay diferencia. Eso ya lo decía el PP: nos reuniremos todos. Sin embargo, cuando preguntabas: hay otro parlamento con mayoría independentista, con un gobierno que aprueba un programa de gobierno con voluntad independentista... ¿eso no obliga que hablemos en los términos precisos de esta realidad? Pues eso, del café para todos al reuniones para todos. Es no entender nada.

¿Si no se acepta hablar de las reivindicaciones independentistas y el derecho a la autodeterminación, la reunión se tiene que hacer igualmente?
El president Torra decidirá lo que crea con toda libertad, mi opinión es que es bastante insólito que la primera reunión que tenga que tener el presidente del gobierno español con el president del govern de Catalunya no hable del tema que la prensa mundial habla cada día. Es como muy insólito. Si del tema que es el tema más importante, que todo el mundo espera que se pueda resolver, no se quiere hablar, exactamente de qué tiene que servir la reunión. Es muy inimaginable eso. Incluso creo que no se puede ni explicar. Cómo puedes explicar que aquello que ocupa cada día páginas de diarios, espacios de informativos de TV y de radio, páginas de internet por todo el mundo y que tiene un altísimo grado de conocimiento, no forma parte de la agenda de la primera reunión que tienen los dos gobiernos. Por lo tanto, no es concebible.

Es inconcebible una reunión entre Torra y Sánchez en que no se hable de la relación entre Catalunya y España

¿No tendría, pues, demasiado sentido una entrevista en que no hubiera este tema?
¿Si no hay este tema, qué hacemos? Aquello que ve todo el mundo no es capaz de verlo el presidente del gobierno español o es un tema tabú del cual no quiere hablar la política española. Para mí es tan incomprensible, que no lo puedo ni imaginar, que en la primera reunión no hablen. Otra cosa es que se llegue a acuerdos, eso naturalmente sabemos que hace falta mucho tiempo. Pero es inconcebible, no se puede ni explicar a nadie que en la primera reunión entre los dos gobierno no se hable de la relación Catalunya-Espanya. Por lo tanto, estaremos en otra versión de lo que ha sido la política del presidente Rajoy en todo este asunto y justamente se trata de irlo cambiando eso.

De hecho, los mensajes que ha ido enviando Sánchez, por ejemplo, poniendo a Josep Borrell de ministro de Exteriores parece bastante directo...
Creo que hubo bastante unanimidad en coincidir en los aciertos y los desaciertos de los nombramientos. Es su libertad poder designar ministro a quien quiera, pero creemos que el momento pedía, sobre todo en la relación con Europa, un perfil más biselado, que no fuera tan radical, tan ultra, tan resueltamente nacionalista español, que incluso es capaz de negar la evidencia o alimentar la falsedad, creemos que era una oportunidad para enviar otro tipo de mensaje. Ahora, igual que he dicho antes, tenemos que conceder la posibilidad de que las personas opinen de una manera pero sus políticas sean sensatas.

¿En la reunión entre Sánchez y Torra tendría que estar presente el tema de los presos? ¿Se tiene que hablar del acercamiento? ¿Sólo aceptan hablar de su salida de la prisión?
El gobierno español tiene la exclusiva potestad de la política penitenciaría. Eso no puede ser objeto de una negociación. Segunda, el gobierno español y el fiscal general saben que no hay causa de rebelión y de malversación, lo saben, lo ve todo el mundo y es el momento de actuar. Pero por coherencia con la justicia y la rectitud, no por la negociación política. Porque los mismos presos han pedido no ser moneda de cambio político. Además, si se quiere aplicar con rectitud el Código Penal y la Justicia, no tienen que pasar ni un día en la prisión, ni un día. Es el momento que rectifiquen, tienen oportunidades para rectificar. Y eso no lo tenemos que dejar de reclamar en cada ocasión, también si hace falta ante el presidente Sánchez.

¿Y espera algún gesto en este sentido?
Lo que espero es que la causa que está inflada políticamente, la arquitectura política de una causa judicial, se hunda definitivamente. Porque no sólo no es justa para las personas que la sufren, que la sufrimos, es que es absolutamente inconveniente a la hora de entender la resolución del problema. No es aceptable desde ningún punto de vista. Desde los derechos humanos no lo es, desde los derechos civiles y políticos, tampoco desde la inteligencia política. Cada minuto de más que se pasa en la prisión es un minuto que dificulta más lo que todo el mundo piensa que se tiene que hacer, que es hablar en una mesa, el gobierno español de una lado, el catalán del otro, de las relaciones Catalunya-Espanya y de cómo los catalanes podemos expresar democráticamente nuestro deseo de cómo queremos que sea el país. No nos podemos desviar de eso.

No concibo que un presidente de Gobierno responsable opte por la táctica del avestruz

Esta semana le hicieron una entrevista a Pedro Sánchez y el tema de Catalunya duró tres minutos. El viernes vendrá con el Rey con Sánchez a Tarragona con normalidad para inaugurar los Juegos del Mediterráneo... De momento, la estrategia del gobierno español parece normalizar la situación...
Se tiene que ser muy ingenuo pensando que se puede normalizar una situación como esta. Hay una mayoría independentista, escogida en unas condiciones que eran espantosas, con candidatos en la prisión y el exilio. Hay unos resultados de un referéndum del 1-O y una violencia policial que se tiene que aclarar, hay unos efectos abusivos del 155 que se tiene que aclarar. Habrá un juicio y unas sentencias. Alguien piensa que eso es un itinerario que permite normalizar como si no hubiera pasado nada y hacer ver que las cosas son de una manera que no son. Eso es de una ingenuidad tremenda. Cuanto antes se reconozca y se le ponga nombres y apellidos al problema constitucional que hay en España, antes se podrá resolver a la manera como cualquier demócrata europeo está esperando, que es un pacto político de Catalunya y España que pase por el ejercicio al derecho de autodeterminación de Catalunya. Lo ha hecho Escocia, lo volverá a hacer, lo han hecho otros países del mundo, no estamos pidiendo nada que sea ajeno al derecho internacional. No concibo que un presidente de Gobierno responsable opte por la táctica del avestruz. Eso ya lo ha hecho Mariano Rajoy con los resultados perfectamente descriptibles. Ahora es el momento de intentar recetas nuevas, porque las recetas anteriores no han funcionado y, sobre todo, recordar quién ha hecho presidente al señor Sanchez, porque no lo ha hecho presidente Ciudadanos, no lo ha hecho el PP, lo ha hecho una mayoría, que también tiene legitimidad y representa a muchísimos ciudadanos que quieren cosas diferentes.