Caja o faja, 1-O o 155, democracia o represión, Coripe o Puigdemont. Desde Junts per Catalunya plantean las elecciones de domingo como un plebiscito entre el intento de "callarnos, criminalizarnos y deshumanizarnos" o "la lucha por la conquista de los derechos y libertades desde la no violencia y el empoderamiento ciudadano". Así se ha expresado el último día de campaña Carles Puigdemont, en conexión desde Waterloo a la sede de JxCat, donde le acompañaban Quim Torra, Laura Borràs y Jaume Alonso Cuevillas.

Que el PP y Cs hayan decidido impugnar a la Junta Electoral la candidatura de Puigdemont para las europeas ha dado alas a JxCat en este impulso final hacia las elecciones generales del domingo. Sus líderes advierten a los indecisos del riesgo de que dentro de un mes, cuando se celebren los comicios europeos, el Estado español acabe impidiendo poder votar por la lista del expresident. Por eso, invitan a no esperarse, "a no reservar el voto", y coger la papeleta de JxCat pasado mañana, porque "la mejor manera de no dejarse pisar es votando a aquellos a quien no quieren que votéis". Puigdemont lo tiene claro, "son capaces de apartarnos".

"Ahora lo podemos hacer, en mayo no sabemos si los tejemanejes de la justicia española conseguirán apartarnos, por eso la mejor respuesta es el voto a JxCat", ha sentenciado Puigdemont. Y lo ha condensado en una frase todavía más gráfica, "que a todos aquellos que nos quieren apartar se les hiele la sonrisa", como ya pasó, dicen, el 21-D. El expresident ha espoleado al electorado con una pregunta que él mismo ha respondido, "el domingo les tenemos que dar la razón o les tenemos que dejar con un palmo de narices? Yo propongo que les dejemos con un palmo de narices".

El acto de este viernes ha contado también con la presencia del president de la Generalitat. Quim Torra ha pedido el voto por la canidatura que encabeza desde la cárcel Jordi Sànchez. Y lo ha hecho deseando "mucha suerte al independentismo en general y a JxCat en particular".