Con la resaca del día después de la no-aprobación de los presupuestos, y después de haberse ido a la cama "con mucho dolor de cabeza" por el desacuerdo con la CUP cinco meses después de que fuera investido, el president del Govern, Carles Puigdemont, ha cargado contra los anticapitalistas porque "si su prioridad fuera claramente la independencia, hoy tendríamos presupuestos". Lo ha dicho en El Matí de Catalunya Ràdio, donde se ha lamentado de que "conozco a votantes de la CUP que están azorados" porque sus actos "la alejan de la independencia". 

Puigdemont, cansado pero optimista, no se ha podido privar de atribuirles directamente la responsabilidad de romper el acuerdo para ser "unilaterales" y lo ha hecho recordándoles que "con 10 diputados no van a ningún sitio". Por eso, se ha cuestionado si su interés es, quizás, "tener unos presupuestos que buscaran una rápida confrontación con el Estado español" porque "se les ofreció la posibilidad de negociarlos antes de entrarlos al Parlament", pero "ellos escogieron la segunda opción".

Con aire confundido, Puigdemont les ha hecho hacer memoria porque el acuerdo no decía si el dinero del presupuesto tenía que venir de un lugar o de otro. "No sé si les interesa que este dinero venga de un canal o de otro", ha puesto de manifiesto.

Condena la mutación del acuerdo

"Si hubiera descubierto que el acuerdo tenía que mutar, no me habría metido, ni Artur Mas me habría propuesto unas bases tan débiles". Puigdemont ha querido dejar claro así que si hubiera visto la pata del lobo antes, hubiera actuado de otra manera. Él y Junts pel Sí en general.

En este sentido, ha recordado que el acuerdo de estabilidad con la CUP "no era un cheque en blanco" porque eso "no sería respetar la letra y el espíritu" y ha puesto sobre la mesa que tanto desde el Govern como desde JxSí "hemos demostrado" que no era así.

Ahora bien. Ha emplazado a los anticapitalistas a "aclarar" porque el rechazo a aprobar los presupuestos afectará, entre otras cosas, a las listas de espera en los hospitales, a las becas comedor o personas con discapacidad o de la tercera edad, aunque ha garantizado que "no damos por rotas las relaciones con ellos".

Cuestión de confianza

Al no observar un "cambio profundo", y recordando que "la gente no nos ha autorizado a hacer ninguna rebaja" del procés, Puigdemont ha reconocido que desde el fin de semana tenía pensado anunciar la moción de confianza y hoy ha anunciado que se celebrará una vez haya pasado la diada del Onze de Setembre. 

A su parecer, eso "es una segunda oportunidad" tanto para la CUP, como para todos los grupos parlamentarios que se quieran sumar y es la fórmula "más saludable" para "dejar intacto el procés". Descartando, de momento, la posibilidad de que haya nuevas elecciones catalanas, ha defendido que en caso de que finalmente fuera así "que no sea para obedecer un capricho táctico del president, sino para que lo decida el Parlament".

Eso sí. El president ha asegurado que trabaja con todas sus fuerzas para que Catalunya no se encuentre abocada a unos nuevos comicios y se ha reiterado en su idea de que sólo se presentará si es para seguir el procés. "Me toca sacar adelante con todas las energías la hoja de ruta", ha garantizado. Una hoja de ruta que nadie discutirá si se supera la cuestión de confianza.

Salud de hierro

Tirando una piedra en el aire, el president ha avisado de que "sólo los catalanes podemos impedir la independencia haciendo las cosas mal" y ha admitido que si el procés tiene "una mala salud de hierro" es porque la gente lo ha dado por muerte, pero ha asegurado que "en los próximos meses verán que tiene buena salud" porque, desde el Govern y JxSí "haremos lo posible para cumplir con el deseo de dos millones de personas que quieren la independencia".

Para hacerlo, Puigdemont ha puesto de relieve que "no tenemos que perder nunca de vista" la ciudadanía que votó independencia y ha advertido del riesgo que tiene "enredarse en tensiones de dos partidos políticos o asambleas" porque así no avanzaremos. Por eso ha animado a las entidades como la ANC y Òmnium a "aclarar por qué opción se decantan".

Ahora mismo, sin embargo, "hay diputados del unionismo que estaban honestamente contentos con el papel de la CUP", se ha lamentado, y ha emplazado a los diputados de la CUP a "hacerse preguntas" para no "hacer pagar sus divisiones al procés y al país".