El nuevo portazo del gobierno español a  los Países catalanes por el Corredor Mediterráneo sigue generando malestar entre los miembros del Govern, personalidades políticas, entidades y ciudadanía. Después de que ayer el ejecutivo de Mariano Rajoy decidiera rescindir dos contratos del Corredor Mediterráneo, hoy el president del Govern, Carles Puigdemont, se ha lamentado en Twitter de que "si el mediterráneo pasa por Madrid y los golpes de estado se hacen con urnas, naturalmente se pueden cerrar cosas que nunca se han abierto".

La justificación para rescindir los contratos de los tramos compreos entre Castellbisbal-Martorell y Vandellós-Castelló, en este caso del secretario de Estado de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Julio Gómez-Pomar, que hizo este anuncio ayer en una jornada organizada por el diario Expansión, bajo el título "El corredor  ferroviario del mediterráneo: una asignatura pendiente", es que la infraestructura de este tramo en particular presenta "dificultades irresolubles".

Esta es, para Puigdemont, una muestra más del gobierno de Rajoy de enrocamiento y una nueva negativa al diálogo; junto con la última declaración de la minsitra de Defensa, María Dolores de Cospedal, que lo acusó "de intento de golpe de estado". Precisamente por eso, el president de la Generalitat tiene claro que, de esta manera, "naturalmente se pueden cerrar cosas que nunca se han abierto".