Las resistencias dentro del PDeCAT para avanzar en un proceso de confluencia con JxCat se han abordado hoy en una reunión en Bruselas entre el president Carles Puigdemont y el presidente de la formación demócrata, David Bonvehí.

La apuesta de Puigdemont por la confluencia es clara y ha sido explicitada repetidamente tanto en público como en las reuniones internas. En cambio, en la cúpula del PDeCAT se ha acabado imponiendo la tesis que la confluencia es imposible antes de las elecciones al Parlamento, por lo cual el acuerdo entre las dos siglas se tendrá que limitar a una coalición electoral.

Las diferencias entre las dos partes son evidentes desde hace meses. En este debate, Puigdemont cuenta con el apoyo de otro de los pesos pesados del partido, Artur Mas. En una entrevista en ElNacional.cat, Mas explicaba la semana pasada que ha dejado claro que no contempla un escenario que no sea de unidad y que así lo ha hecho saber. "Si eso no pudiera ser así, se tendrán que asumir las consecuencias por parte de todo el mundo y yo ya he dejado clara mi opinión, si eso no acaba en un proyecto de unidad, no estaré ni en uno ni en otro", aseguraba. En la entrevista, Mas aseguraba que vería un acuerdo para una coalición electoral como un "mal menor".

No obstante, después de meses de debate, después de que el consejo nacional del PDeCAT apostó a finales de diciembre por acabar con la confusión de siglas y apostar por el nombre de JxCat, y después de numerosas negociaciones en la prisión de Lledoners con Jordi Sánchez y Toni Morral como máximos responsables de la Crida, la confluencia no se ha concretado.

Aunque el encuentro se ha celebrado a media tarde, no ha trascendido la conclusión de la reunión. Sólo el tuit del presidente del PDeCAT explicando que había mantenido un encuentro para contrastar "opiniones y sensaciones para afrontar el futuro".