Las elecciones municipales son "un hito republicano", según el president Carles Puigdemont. Y, por esta razón, considera que las formaciones soberanistas tendrían que concurrir unidas en las grandes ciudades de Catalunya. Puigdemont explica en la entrevista por videoconferencia con El Nacional que JxCat seguirá intentando investirlo como president, una vez se apruebe en el Parlament la reforma del Reglamento.

Se está impulsando una reforma del reglamento del Parlament para hacer posible la investidura a distancia, ¿eso quiere decir que prevén volver a intentar investir a Puigdemont president?
Este es el compromiso desde el primer día. Tenemos el compromiso de intentarlo. No hay ninguna novedad, al contrario.

Es decir, que a finales de año cuando acabe la reforma del reglamento del Parlamento se volverá a intentar...
No conozco los calendarios, pero supongo que irá haciendo su proceso e intentaremos dotarnos de una herramienta que además modernice lo que es hoy día la gobernación de los gobiernos del siglo XXI, las tecnologías y la movilidad.

¿Cómo funciona la coordinación con el gobierno Torra?
Muy bien, muy y muy bien.

¿El contacto es diario? ¿Cómo se organizan?
Prácticamente diario. No hay ninguna barrera, aparte de la física, no hay ninguna otra barrera más. Intercambiamos documentos, hacemos videoconferencias, los equipos se ponen en contacto por cuestiones más prosaicas, más generales. La coordinación que es lógico que exista, entre otras razones porque hay cuestiones todavía de traspaso, que el president Torra tiene que conocer y seguir. Forma parte de la responsabilidad del cargo.

¿Hubo mucho debate sobre si el president Torra tenía que utilizar su despacho o no, le parece significativo?
Me parece una anécdota en la cual no había ni reparado. He visto y me ha hecho mucha ilusión, que ha utilizado la mesa del president Companys, me parece simbólicamente muy importante. Y, en cualquier caso, el president Torra está en un edificio que fue construido para ser la sede de una institución que nace en 1359. Eso no se puede olvidar. Ocupe el despacho que ocupe, la sede del país, la institución de la presidencia de la Generalitat reside en un edificio que fue construido para eso, que tiene una antigüedad que honra la tradición de nuestras instituciones y que nos recuerda que esta no es una institución que nace con la Constitución española sino que nace hace muchos siglos y que la actitud de gente que ha ocupado la presidencia de la Generalitat, en casa o en el exilio, ha permitido su continuidad histórica.

¿Cuánto tiene que durar esta legislatura?
Las legislaturas son de 4 años, pero en todo caso, como en todas las democracias parlamentarias, tiene que durar lo que la mayoría parlamentaria decida, no lo que un señor o una vicepresidenta en un despacho en Madrid les apetezca decidir. Si el Govern puede mantener esta mayoría para seguir gobernando, que es lo que queremos, puede llegar hasta el final. Si hay circunstancias que hoy no están previstas, pero que pudieran ocurrir, porque la agenda va cambiando y pasan cosas muy gruesas, que recomendara al president convocar elecciones probablemente estudiaría la posibilidad de hacerlo, que no está sobre la mesa. Las legislaturas son de cuatro años y su vida tiene que ser la vida natural, no puede ser esta eutanasia que le practicó el gobierno Rajoy a la anterior legislatura de manera absolutamente abusiva e ilegítima.

Tenemos un trabajo previo antes de coger la velocidad de crucero que es rehacer todos los daños hechos por el 155

A su Govern se le criticaba que se había marcado un calendario demasiado cerrado, con hitos y fechas, en cambio al Govern Torra se le critica justo lo contrario, que no se sabe demasiado bien qué es lo que pretende hacer ni en cuánto tiempo. ¿Cree que tendría que tener una hoja de ruta más concreta?
Tiene que tener la hoja de ruta que crea que tiene que tener el Govern. De las muchas lecciones que hemos aprendido, ésta es una. Que el gobierno haga lo que crea que tiene que hacer. Y liberémonos de este debate que es probablemente más mediático que político. Hay un periodo que lo hemos pasado, lo hemos hecho y hemos hecho los deberes que nos comprometimos. La hoja de servicios de aquel periodo está cumplida e hicimos lo que acordamos que haríamos, pero eso ya no se puede volver a repetir porque ya lo hemos hecho, y tenemos un trabajo previo antes de coger la velocidad de crucero que es rehacer todos los daños provocados por el 155. No partimos de cero, partimos de menos bastantes cosas, y nos tenemos que poner al día. Me consta la determinación del Govern para ir de prisa por este plan de choque para resarcirnos de los efectos del 155, esta es la prioridad que tenemos como país, han querido rasgar muchas cosas que nos han costado de hacer, sólo para infringir un daño de represalia en toda una población, y el deber del gobierno de Catalunya es repararlo lo antes posible, que es el que está haciendo.

¿Y, cuando se haya acabado de reparar el 155 y se pueda imprimir eso que denomina velocidad de crucero, hay un objetivo claro?
No me genera ninguna inquietud ni ninguna duda saber qué hará este gobierno, lo ha dicho. Y lo que quiero es que no tenga obstáculos para hacerlo, obstáculos sobre todo externos, y que cuente con la mayoría parlamentaria para poder sacarlos adelante. Pero es evidente que este es un proceso que se hace mucho más allá de las instituciones autonómicas. Tenemos una sociedad civil muy movilizada, que está en disposición de seguir trabajando a favor de la República catalana, y tenemos un espacio que también tiene su legitimidad en el exterior, el Espai Lliure, que, además, cuenta con personas en diferentes países. Todo es complementario, cada uno en su ámbito de trabajo. Al Govern le toca gobernar bien y de manera efectiva, al Consell per la República le toca seguir impulsando las políticas republicanas y arreglar y dinamizar lo máximo posible el debate del proceso constituyente; a la sociedad civil, este estado de movilización, de solidaridad, de decir estamos aquí, contad con nosotros, que nos hace falta y nos puede llevar muy lejos.

El PDeCAT ha decidido presentarse con la etiqueta JxCat a las elecciones municipales...
No me consta que haya sido eso. No ha dicho esto. El PDeCAT ha dicho que JxCat, que es una marca que es del PDeCAT, es bueno que se presente también en las municipales. Y por lo tanto, el PDeCAT se apunta, como se apuntó desde el primer momento a JxCat. Por lo tanto, el espíritu transversal, diverso, plural, republicano, de JxCat del Parlament es lo que se quiere trasladar a JxCat a nivel municipal. Eso es lo que ha dicho el PDeCAT. Y creo que incluso ha querido aclarar que no es un cambio simplemente de nombre, de etiqueta. Es ir y comprometerse a las municipales con el mismo compromiso y espíritu que se adoptó a nivel nacional.

¿Cree que el independentismo tendría que ir en listas conjuntas en las municipales?
Barcelona, seguro, y en las grandes ciudades, también. Es un hito republicano más, de los importantes. Entiendo que en muchas localidades, a nivel local, hay muchas dinámicas que escapan de las relaciones entre partidos y tiene más que ver con las personas, pero en Barcelona, en las grandes ciudades, las de más de 100.000 habitantes, pongamos por caso, sería una gran noticia para mucha gente que viéramos la unidad del soberanismo con los diferentes acentos.

En breve se presentará Junts per la República, ¿qué objetivo tiene este movimiento?
Yo soy del PDeCAT, por lo tanto me toca contribuir a mejorar el PDeCAT. Junts per la República justamente es la expresión de esta transversalidad que queremos para JxCat. Hay gente que quizás no militará nunca en un partido político o que quizás querría ver las cosas diferentes, que cree que su mejor aportación en un espacio tan diverso pero al mismo tiempo tan hegemónico en el independentismo es esta. Yo la saludo, creo que es una gran iniciativa, dice muchas cosas el mismo nombre, estamos todos juntos por la República. Junto con PDeCAT, con otros espacios políticos que se han acercado o gente que proviene de tradiciones políticas diferentes y gente individual, toda esta fuerza puesta en conjunto tiene una capacidad movilizadora y de transformación del país absolutamente colosal. Se trata de eso, de que entre todos podamos articular este espacio en que la gente se reconoce.

¿Es optimista sobre la resolución del tribunal de Schleswig-Holstein en relación a la euroorden del gobierno español contra usted?
Yo no quiero valorar nunca las expectativas judiciales de ningún sitio. Planteamos nuestra defensa convencidos de que tenemos razón y que no hay elementos para aguantar el caso no sólo en Alemania sino tampoco en España. De aquí no nos hemos movido. Son decisiones, en Alemania de manera particular, que dependen de la Justicia. Aquí felizmente no dependen de la política porque hay una clara y elogiable separación de poderes.

Si finalmente se confirma que el tribunal rechaza la extradición, se marchará a Bruselas otra vez...
La previsión es que podamos volver todos hacia Waterloo y arrancar dentro de lo que es el Espai Lliure lo que hemos ido hablando estos meses. Por lo tanto, dejar Alemania y volver a Bélgica.

Y poner en marcha el Consell per la República...
Efectivamente.

Ha dejado Berlín, ahora está instalado en Hamburgo...
Es más operativo.

Su abogado explicó también que estaba demasiado expuesto en Berlín...
No he tenido ningún incidente. Al contrario, la sociedad berlinesa es extraordinaria. De hecho, voy a menudo. Es un lugar donde me he sentido muy a gusto, el 100 por 100 de la interacción con la gente de allí ha sido superpositiva. Hubo sólo un incidente con un grupito de turistas españoles, ya mayores, que profirieron un insulto. Pero, en cambio, contrasta con otros grupos de turistas españoles que fueron extraordinariamente respetuosos.

¿Se ha encontrado con otros grupos de turistas españoles?
Sí.

¿Han tenido una buena reacción?
La mayoría, excepto estos en particular, me han hecho fotografías, han expresado respeto..., muy correcto.

Rajoy ha sido muy mal presidente. La historia será muy dura con él

¿Qué piensa cuando ve a Rajoy en Santa Pola yendo a hacer de registrador y al PP embrancado en una batalla interna por el liderazgo?
No me he fijado demasiado, sinceramente. No tengo ningún tipo de rencor personal contra nadie. Ha dejado la política. Creo que ha sido muy mal presidente de Gobierno. La historia será muy dura con él. Pero a nivel personal no tengo ningún tipo de enemistad con nadie ni ningún tipo de sentimiento. Nosotros una de las cosas que hemos conseguido en estos últimos años es que nuestro marco mental haya evolucionado y cada vez dependa menos de lo que hacen otros. Concentrémonos en lo que queremos que pase en nuestra casa, pactando con todo el mundo, cada uno haga lo que quiera. A mí la realidad del PP me afecta, digamos, cero.