“La historia en general nos demuestra que no hay represión ni violencia, física, verbal, jurídica, política, que pueda evitar el deseo de la mayoría”. Con estas palabras, el president Carles Puigdemont se ha mostrado “directamente vinculado” con el espíritu de aquellos que hace 50 años sufrieron la represión a raíz de la Caputxinada al “desafiar el ordenamiento vigente para querer construir un país mejor”.

Ha sido en un acto en el paraninfo de la Universitat de Barcelona, con presencia de algunos de los protagonistas de aquellos acontecimientos y donde ha reivindicado la “manera catalana” de defender la democracia.

Puigdemont ha recordado que los hechos que rodearon la asamblea constituyente del Sindicatt Democràtic d'Estudiants de la UB el año 1966 abrió los ojos a mucha gente, también a una Europa que se estaba acostumbrando al régimen franquista con cierta indolencia. La represión que ocurrió a partir de aquellos hechos “volvió a encender las alarmas de una Europa que quería pasar página demasiado rápido de los conflictos”.

“La Caputxinada hizo irrumpir el conflicto democrático y al mismo tiempo, y eso lo quiero subrayar especialmente un día como hoy, la manera catalana de defender, reclamar y ejercer la democrática, es decir, la asamblea, el diálogo, la paz, la concordia,” ha subrayado.

Puigdemont ha puntualizado qué hechos como los que se registraron aquellos días son impensables hoy pero también ha querido remarcar que “50 años después nos sentimos directamente vinculados al espíritu y los actos de aquellos que sufrieron la represión para defender la democracia, que desafiaron la ley y el ordenamiento vigente de entonces y quisieron construir un país mejor a partir de la voluntad de la gente”.

El president ha recogido las canciones de Raimon con poemas de Espriu que se han proyectado durante el acto para clausurar su parlamento proclamando: “Ens mantindrem fidels per sempre més al servei d'aquest poble”.

Al empezar el acto, el rector de la UB, Dídac Ramírez, ha anunciado la decisión de revocar todas las sanciones académicas impuestas a raíz de la Caputxinada, “de manera que se borre definitivamente a todos los efectos la represión canalizada por el franquismo a través de la universidad”.

Ésto, según ha explicado Ramírez, afectará a los 28 estudiantes y 67 profesores implicados en la Caputxinada y se hará extensible a aquellos estudiantes y profesores universitarios sancionados durante el periodo preconstitucional por motivos políticos.

Han intervenido también al acto al profesor emérito de la UB Borja de Riguer, la profesora de instituto y delegada de la facultat de Ciències del Sindicat, Mariona Petit, el coordinador del Consell d'Estudiants de les Universitats Catalanes, Lluís Forcadell, y el profesor de la UB y miembro de la Junta de Delegados del SDEUB, Ramon Torrent.

Antes de intervenir Puigdemont, el rector ha entregado una placa conmemorativa de reconocimiento a la defensa de la libertad y de los valores democráticos al Padre Guardià Enric Castillos de la comunidad Caputxins de Sarrià.