"España es una gran fábrica de fake-news". Así ha definido Carles Puigdemont la información que sacó a la luz este martes El País en la tercera entrega de la serie que ha nombrado 'Los audios de la corrupción', donde|dónde se escuchaba que el Ministerio del Interior puso en marcha en el 2012, durante el primer mandato de Mariano Rajoy al frente del Gobierno, un plan contra dirigentes independentistas catalanes a partir de informes falsos elaborados por policías, coincidiendo con la convocatoria de elecciones anticipadas a Catalunya. "Es un sistema: políticos, policías, jueces y periodistas. Un engranaje de desinformación con el fin de alterar resultados electorales", ha criticado el President a través de un tuit en su cuenta de Twitter. Puigdemont ha vuelto a mandar a la mierda al Gobierno y ha asegurado que "el engranaje sigue funcionando, fabricando tramas y conspiraciones, con el mismo propósito".
Quien también ha querido criticar esta nueva información sobre la persecución a los líderes independentistas, ha sido Jordi Turull, que ha asegurado que "hoy tendría que ser un día de no parar de oír disculpas de todas aquellas personas que de estos informes de las cloacas del Estado hicieron bandera de su campaña electoral" haciendo referencia a la información que muestra que durante la campaña hubo, efectivamente, filtración de documentos sin firma o fecha que desacreditaban personalidades políticas del ámbito independentista. ¡"Veremos! Hay que todavía caen a la trampa...o no", ha sentenciado el exconseller de la Generalitat.
Los audios de Villarejo
Los nuevos audios del excomisario José Manuel Villarejo que revelan lo que se conoce como la Operación Catalunya. Una operación dirigida por el ministerio del Interior comandado por Jorge Fernández Díaz, del PP, contra dirigentes políticos catalanes para decapitar el movimiento independentista que empezaba a reavivar. Villarejo y el Ministerio del Interior pactaron un plan de informes falsos contra independentistas en el 2012. Fue la respuesta del ejecutivo estatal al plan de Artur Mas para convocar una consulta participativa sobre el futuro de Catalunya, después de haber obtenido una negativa del gobierno Rajoy en plena crisis económica para dotar a la Generalitat de un pacto fiscal similar al de País Vasco o Navarra.
Durante la campaña hubo, filtración de documentos sin firma o fecha que desacreditaban personalidades políticas del ámbito independentista, y, según El País, es en este contexto en el que se produce una conversación el 14 de noviembre del 2012 entre el ex comisario de policía José Manuel Villarejo y el entonces el jefe del Gabinete del ministro del Interior, Francisco Martínez, que dos meses más tarde ascendería a secretario de Estado. Según esta conversación, el empresario Javier De la Rosa, próximo a la familia del ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol y condenado por corrupción en los años 90, confesó al todavía policía que la estirpe de los Pujol tenía cuentas en Suiza, aparte de una fundación con entre 130 y 140 millones de euros. Para darle más detalles, sin embargo, según afirma el mismo Villarejo a los audios que publica el mismo diario, De Rosa pidió 250.000 euros.