El presidente en el exilio, Carles Puigdemont, se ha referido a la votación en la Eurocámara de mañana asegurando que, aquellos que voten contra el levantamiento de su inmunidad, "estarán defendiendo la independencia y la integridad del Parlamento". Por el contrario, "si se amenaza a los disidentes, Europa tiene un problema", ha sentenciado.

Mañana lunes, en el pleno del Parlamento Europeo, se decidirá si los eurodiputados de Junts, Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí, perderán su inmunidad después del suplicatorio solicitado por el Tribunal Supremo.

En una entrevista  para la delegación europea del diario norteamericano Politico, el presidente ha abordado esta cuestión defendiendo que solo los votos en contra podrán "salvaguardar la representación democrática de más de un millón de electores catalanes que lo escogieron, junto con Comín y Ponsatí para servir en Bruselas".

"Para nosotros, no es un caso personal", ha asegurado Puigdemont. "No protegemos nuestros derechos particulares. Protegemos también a nuestros votantes, a más de un millón de electores, más de un millón de ciudadanos europeos que votaron para ser representados por nosotros... Minorías, no solo minorías nacionales, minorías políticas, disidentes," ha especificado.

Mantiene, sin embargo, pocas esperanzas en cuanto al resultado de la votación. "Somos muy realistas. Conocemos las cifras. Conocemos la decisión de los principales grupos", ha reconocido ante el diario.

Una "doble moral" en la UE

Puigdemont ha denunciado la "doble moral en la Unión Europea". "Si nos preocupan los derechos humanos, como espero quelo  haga Europa, tenemos que tener claro que no importa si es en Rusia, en Venezuela o en España. Porque si no, cae la autoridad moral de la Unión Europea que da lecciones a los otros".

También ha querido recordar la diferencia entre su exilio y el caso del rey emérito Juan Carlos I, instalado a los Emiratos Árabes después de la salida a la luz de los casos de corrupción de la corona. Tal como ha explicado, los líderes independentistas fueron a Bruselas "no para huir de la acción de la justicia", sino para ponerse "a disposición de los tribunales europeos".

La única opción, la independencia

"Evidentemente, después de tres años y tres meses de represión, mi opinión es más sólida". Puigdemont lo tiene claro: el Estado español no ha presentado "una alternativa atractiva a la independencia" ni un "proceso político para Catalunya".

"El actual statu quo no funciona y lo saben. Lo sabemos. ¿Sin embargo, qué es una alternativa a la independencia? Nada. Por lo tanto, si no hay alternativa, el único camino que podemos seguir para sobrevivir como nación es tener nuestro propio estado", ha asegurado.

"Las fronteras no son Dios"

Respecto a si se tuviera que dar explicaciones al resto de España sobre el futuro de una Catalunya independiente, Puigdemont confía en que quizás Europa ofrecería una solución a las cuestiones filosóficas sobre cómo se tendrían que organizar los países.

"Las fronteras existen, sí, pero las fronteras no son de Dios, no son divinas. Podéis aceptar cambiar fronteras. Las fronteras son algo artificial. Todas las naciones son artificiales. Catalunya, España es una decisión de una generación de personas que deciden convivir de esta manera.¿De acuerdo, probablemente funciona para nuestros antepasados, sin embargo, ¿y la próxima generación de nuestro mundo actual?", ha cuestionado.

En esta línea, ha sugerido que si la UE pudiera dar cabida en Macedonia del Norte, Serbia y Bosnia-Herzegovina como nuevos países miembros (una premisa que todavía no está garantizada en Bruselas), también tendría que poder aceptar Catalunya, el País Vasco y Escocia.

Una ciudadanía que proteja las aspiraciones nacionales

El presidente ha argumentado que si Madrid permitiera el uso del catalán como lengua oficial en España y en la UE, y protegiera otras aspiraciones nacionales, el pasaporte particular en el bolsillo no importaría tanto.

"Si España protege mi lengua, mi decisión de construir una sociedad basada en los derechos fundamentales, la democracia, la independencia de la justicia, etc., no tendré ni un solo problema para tener mi pasaporte español. Así que si, finalmente, es Europa quien nos aporta la protección para construir una sociedad como queremos construirla, estaremos muy contentos de tener sólo la ciudadanía europea".

 

Imagen principal, Carles Puigdemont / Europa Press