Horas después de que ERC validara el acuerdo con el PSOE y de que ambos partidos hayan hecho público el documento de dos páginas, la ejecutiva de los socialistas le ha dado también el visto bueno. Y han empezado las interpretaciones de las dos partes del pacto. El secretario de organización del PSOE y miembro del equipo negociador con los republicanos, José Luis Ábalos, ha traducido esta mañana cómo entiende su partido el documento consensuado con ERC: "La consulta no es un referéndum de autodeterminación", "no se plantea nada fuera de lo que fijan los procedimientos legales", no apoyan "una consulta sobre la independencia" y "no afecta a la soberanía nacional".

Ante la avalancha de preguntas y titulares de la mayoría de periódicos editados en Madrid que apuntan a que el PSOE ha claudicado sirviendo en una bandeja de plata el referéndum a los independentistas, Ábalos ha tenido que puntualizar. Lo ha hecho, eso sí, defendiendo que la "hipotética consulta" que se convoque fruto de los futuros acuerdos de la mesa de negociación entre gobiernos sea sólo en Catalunya, "como pasa con los estatutos autonómicos". Ha argumentado que únicamente sería necesario hacerla extensiva a todos los españoles si se tratara de "una reforma de la organización territorial del Estado". Con todo, no ha descartado reformas legislativas en la Constitución para albergar los pactos que puedan firmarse entre el Estado y la Generalitat. "La política no puede ser un corsé". 

Si, de buena mañana, la portavoz de ERC, Marta Vilalta, explicaba que el punto que hace referencia a "el ordenamiento jurídico democrático" implica ir más allá de la Constitución y enmarca el futuro diálogo entre gobiernos al "derecho internacional", el PSOE ha matizado esta lectura. Ábalos ha aclarado que, desde el punto de vista socialista, esta mención se refiere a "todas las normas del sistema jurídico español", incluida la Carta Magna. Y ha añadido que hay "disposición a debatir cualquier iniciativa, pero discutir no significa admitir ni compartir".

Duros reproches a las tres derechas

El dirigente socialista no ha desaprovechado la ocasión para disparar contra la actitud de PP, Cs y Vox. En este sentido se ha mostrado esperanzado de que "el obstruccionismo sistemático sea relegado a la marginalidad por ser contrario al interés general". 

Del mismo modo, ha puesto en valor las líneas maestras del pacto de gobierno de coalición con Podemos, haciendo parada en las medidas estrella como "la fiscalidad progresiva, según la cual paguen más los que más tienen", la "derogación de la reforma laboral del PP" o "el aumento del salario mínimo". 

Los socialistas ya tienen garantizados los apoyos necesarios para la investidura. Pedro Sánchez será investido en segunda vuelta gracias a los votos favorables —por lo menos— del PSOE, Podemos, Más País, Compromís, el PNV, Nueva Canarias y Teruel Existe y con la abstención imprescindible de Esquerra Republicana y EH Bildu.