El portavoz parlamentario socialista, Antonio Hernando, ha avanzado este lunes que el PSOE "seguramente" se abstendrá si el Partido Popular propone al exministro Jorge Fernández Díaz para presidir la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, al considerar que no puede dar su apoyo a un exministro que se enfrenta a una comisión de investigación.

La cuestión es que en la comisión el voto en contra no existe y sólo se puede elegir a favor (poniendo el nombre de la persona en la hoja correspondiente) o en blanco. Así, es previsible que Fernández Díaz salga elegido con una mayoría de 14 votos del PP, más uno de Unión del Pueblo Navarro –que concurre a las elecciones junto con el PP–. En este órgano hay 34 diputados y pese a que el PSOE (9), Unidos Podemos (8), ERC (1) y el PDECat (1) voten en blanco, los populares seguirán teniendo la mayoría con sus 15.

Ahora bien, el tema ha irritado al PP porque ve la acción del PSOE de votar en blanco como una deslealtad institucional. Al inicio de la legislatura se pactan las presidencias en función de la representación de cada grupo político y es una asunción tácita que los grupos lo respetan, ya que el pacto también se basa en esto. La de Exteriores le correspondía a Jesús Posada, expresidente del Congreso, pero el presidente Mariano Rajoy ha decidido que le sea asignada al exministro del Interior, Jorge Fernández, para darle una salida, una vez ha abandonado el ministerio que ocupaba.

En este punto, el PSOE tenía un dilema que le retrataba ante el PP por igual: votar abstención –como harán– conllevaría una demostración de queja, pero que marca un precedente para los populares, en vistas a no fiarse en el cumplimiento de pactos futuros. A su vez, promover un candidato alternativo hubiese sentado peor a los de Mariano Rajoy y Hernando se niega. Pero Unidos Podemos y ERC sí son de ese parecer y lo han manifestado en círculos privados porque no creen conveniente mantener el ministro involucrado en las escuchas de la Operación Catalunya

Si bien, una vez más, Fernández Díaz vivirá el escarnio de la cámara: ya ha sido reprobado una vez, tiene una comisión de investigación en trámite, y ahora sólo su partido podría darle apoyo. Aun así, Ciudadanos y el PNV están todavía dudosos sobre qué hacer.