El PSC de Tarragona ha cargado contra En Comú Podem (ECP) después de la asamblea de este lunes en qué la militancia de los comuns votaron a favor de negociar un pacto de investidura y de gobierno con ERC. Los socialistas han afirmado que la asamblea estuvo "inducida" por un sector y que no presentaron a la militancia la propuesta del PSC para llegar a un acuerdo que hiciera alcalde a Josep Fèlix Ballesteros (PSC), hecho que pudo condicionar la decisión final. En una rueda de prensa convocada de urgencia, Ballesteros ha señalado que "no dijeron la verdad a la militancia" y que a pesar del pacto entre ECP y ERC se da por hecho que hasta el sábado todavía puede haber cambios.

Ballesteros ha expresado su estupefacción por como se desarrolló la asamblea de los comunes. "Ocultar una parte de la verdad es muy grave", ha afirmado. El todavía alcalde ha comentado que la decisión de ECP de dar apoyo a ERC "puede ser que sea por prejuicios" hacia los socialistas y porque "dan más importancia a las sillas" que a las propuestas. Con todo, se ha mostrado convencido que "la mayoría de la militancia" de los comunes escogería antes "un gobierno de izquierdas que un gobierno independentista".

En caso de que en el pleno de investidura del sábado no fuera escogido alcalde, Ballesteros ha rechazado que dejar su acta de regidor. "No me marcharé, me quedaré los cuatro años. ¿Por qué tendría que renunciar? Ganamos las elecciones", ha asegurado. Incluso ha descartado la opción de marcharse en caso de que alguna formación lo pidiera durante los días que quedan de negociaciones. Con todo, tampoco ha cerrado la puerta a formar "un gobierno progresista" antes del sábado y ha comentado que seguirán hablando con diferentes partidos, incluyendo ECP.

¿Un pacto "tutti frutti"?

La número dos de la candidatura socialista, Sandra Ramos, ha apuntado que mantuvieron un primer contacto con los comuns y unos días después una reunión de más de tres horas. En el segundo encuentro constataron "pocas diferencias" programáticas y que no supondrían "ningún punto de fricción". "Les ofrecimos la solución con la cual se sintieran más cómodos", ha explicado Ramos. Estas pasarían por un acuerdo entre PSC y En Comu Podem, apoyo puntual de los comuns desde fuera del ejecutivo o un pacto estable con la legislatura ya iniciada. Incluso, según los socialistas, se redactó un documento que los comunes habrían pedido que quedara en secreto. Desde el PSC también han reconocido que una de las discrepancias era el proyecto urbanístico de la Budellera, pero según los socialistas eso en ningún caso tenía que suponer un problema para el acuerdo y que estaban dispuestos a renunciar la ejecución del plan urbanístico.

Por su parte, el primer secretario del PSC de Tarragona, Santi Castellà, ha denunciado que "no se puede hacer un gobierno a la contra" y "basado en el odio", en referencia a un posible pacto entre ERC, ECP, Junts per Tarragona y CUP. "Los pactos Frankenstein y Tutti Frutti nunca han sido buenos, sería un error histórico", ha comentado. Además ha valorado que los socialistas han estado "al lado de las fuerzas progresistas denunciante el mal gobierno de la Generalitat" que "hacía recortes, especialmente en Tarragona", ha destacado. "Parece difícil que las posiciones de Juntos, ECP, CUP y ERC puedan construir algún discurso más allá del de estar a la contra", ha reiterado Castellano.