PSC, PP y Cs reducen las protestas de las últimas semanas a un debate maniqueo entre buenos, la policía, y malos, la CUP. Así lo ha expuesto la portavoz de los socialistas en el Parlament, Eva Granados, en su réplica a la comparecencia de Pere Aragonès sobre los disturbios generados los últimos días, durante la cual ha pedido que no se criminalicen las fuerzas de seguridad, pero tampoco a los jóvenes que se manifiestan. ¿De qué lado está? ¿Con los Mossos o con la CUP"?, ha inquirido al vicepresident.

Los disturbios desencadenados durante las movilizaciones contra el encarcelamiento de Pablo Hasél han embestido de lleno en las negociaciones para formar Govern, que capitanea como candidato con más opciones de acumular los apoyos necesarios para la investidura Pere Aragonès. La CUP vuelve a tener la llave de la mayoría y ha puesto encima de la mesa una colección de exigencias que son una enmienda a la totalidad en el actual modelo de orden público que rige Catalunya. Para el PSC es inaceptable que ERC dé aire a las demandas de los anticapitalistas. "O Mossos o CUP", ha insistido Granados.

La dirigente socialista, que aspira a ser la nueva presidenta del Parlament ha advertido a Aragonès que no puede pretender "pasar por un partido de orden y pactar con aquellos que quieren que se disuelva la Brimo". Es a raíz de esta reflexión que lo ha comparado al expresident Mas. "Me ha recordado mucho a Artur Mas, que tuvo que votar las resoluciones de la CUP y decir que iba de la ley a la ley".

Aparte de recordar a ERC que no se puede estar en misa y repicando, el PSC reclama a la Generalitat que se persone como acusación particular contra los autores de los ataques a la policía, tanto en el caso de la comisaría de Vic como en la de la Guardia Urbana de Barcelona, que acabó con una furgoneta en llamas con un agente dentro.

A su vez, el jefe de filas del PP en el Parlament, Alejandro Fernández, ha hecho suyas las palabras de Granados. "Hoy es un día para escoger entre Mossos y CUP", ha afirmado. Y ha pedido a Aragonès que escoja Mossos y anuncie que rompe los pactos municipales con los anticapitalistas en ayuntamientos como Sant Cugat o Castelldefels.

Para Cs, una "nueva forma de golpismo"

Aprovechando las últimas horas como primer partido de la oposición —a partir del próximo viernes pasarán a ser los segundos por la cola— Carlos Carrizosa ha hecho de Carrizosa. El líder de naranja ha calificado los incidentes de estos días como una "nueva forma de golpismo" fruto de una "nueva estrategia perversa" de los partidos independentistas que pretenden que "otros les tomen el relevo en la calle". La génesis de los disturbios por el encarcelamiento de Hasél es, según Carrizosa, "la falta de arrepentimiento del golpe de 2017".

La conclusión de Cs es que ante la constatación de que si transitan hacia la independencia "corren el riesgo de ser inhabilitados", ahora "se ocultan tras las masas". Como ha hecho el PSC, Carrizosa ha criticado que ERC haga seguidismo de partidos antisistema. "Los catalanes tenemos un problema que se llama CUP", ha sentenciado.

En la imagen principal, Eva Granados interpela a Aragonès / ACN