Nueva alianza PSC-Junts en el Parlament. Los dos partidos han aprovechado su mayoría para vetar las comparecencias de seis figuras relevantes del mundo eclesiástico, y que tenían que declarar a la comisión de investigación sobre la pederastia en la Iglesia. Un órgano que ha llegado con cuentagotas: después de constituirse el pasado mes de noviembre, hasta cinco grupos llegaron a un acuerdo a mediados de febrero para registrar un plan de trabajo y ponerla en marcha. ERC, el PSC, Junts, la CUP y los comuns propusieron inicialmente solicitar la comparecencia de representantes eclesiásticos, expertos y víctimas de estos abusos. Según los grupos parlamentarios, el objetivo es "analizar" esta lacra "desde la perspectiva de las víctimas, los ámbitos institucionales y la respuesta de la administración".

Pero la comisión se ha reunido este lunes para aprobar el plan de trabajo, y ha saltado la sorpresa cuando seis de los comparecientes previstos más relevantes se han caído del documento. Socialistas y juntaires han impuesto su mayoría para vetar al arzobispo de Tarragona, Joan Planellas y los obispos de Solsona y Vic, Francesc Canosa y Roma Casanova, de comparecer. Tampoco asistirán Albert Fortuny Llaveria, miembro de la Oficina de Prevención de Abusos del Arzobispado de Tarragona; el mosén Vicent Benedito y la responsable de la Oficina de Abusos de la Diócesis de Vic, Montserrat Lafuente. En cambio, sí que se ha aprobado citar al presidente de la Conferencia Episcopal Española, Joan Josep Omella, a pesar de la oposición del PSC.

Críticas de ERC, CUP y comuns

El movimiento ha caído como una jarrón de agua fría sobre los partidos del ala más zurda. Desde las filas de ERC, Raquel Sans ha remarcado que la prioridad tienen que ser las víctimas, añadiendo que la citación de estos responsables de la iglesia era una oportunidad para que "expliquen" qué trabajo hacen a la hora de investigar los casos de abusos a menores desde dentro de la misma institución. Por la CUP, Dolors Sabater ha sido más contundente, lamentando que el consenso de los partidos se haya roto por "la reticencia y la proactividad del PSC y Junts de aliviar la carga para la iglesia". "Si es verdad que la institución tiene el compromiso con las víctimas, no tendría que dar miedo que se pidiera la comparecencia de los encargados para que den fe de su compromiso", ha lanzado. Y David Cid, de los comuns, ha expresado su sorpresa por la "sacrosanta alianza" entre socialistas y juntaires para impedir la comparecencia de los seis representantes eclesiásticos.

Por su parte, los dos partidos señalados han querido salir a la defensiva para excusar la decisión. Desde el PSC, Judit Alcalà ha asegurado que la comparecencia de estas seis personas "no aportaría información diferente" de la de otros representantes eclesiásticos que gestionan directamente los procesos de denuncia, acompañamiento de las víctimas e implementación protocolos para detectar nuevos casos y que también están citados. "No queremos que la comisión se convierta en un 'pim-pam-pum' contra la iglesia". Y Glòria Freixa, de Junts, ha recordado la actitud "proactiva" del Papa para investigar los casos, antes de pedir también que se retire la citación de Josep Canal, en nombre de la congregación de La Salle, y de Pere Ferrer, en nombre de los Maristas, "porque ya hay citados otros representantes de estos organismos".