La campaña está a la vuelta de la esquina y los partidos van destapando sus cartas para convencer al electorado. Este jueves, los socialistas han dado más pistas sobre su estrategia de cara a la batalla en Barcelona. Y ésta pasa por una confrontación directa con Ada Colau, con quien paradójicamente han compartido gobierno municipal durante un año y medio.

Miquel Iceta y Jaume Collboni han compartido atril, este jueves al mediodía, en una comida en el Círculo Ecuestre. Ha abierto el primer secretario del PSC, el más contundente sin duda, a la hora de retratar a sus rivales. Iceta ha empezado fuerte, calificando el mandato de los comuns de "fracaso total y absoluto de Colau y de su equipo". Pero es que no se ha quedado aquí. Ha calificado a la actual alcaldesa de gobernar con actitudes "sectaristas" y aceptar sólo el "sí, señora", de haber pecado de inexperiencia "pensándose que era llegar y moler".

Los socialistas, pues, optan por marcar perfil propio y potenciar las diferencias con el proyecto de los comuns. Y lo verbalizan defendiendo que "la colaboración público-privado no es pecado, que el orden no es de derechas, que comercio y turismo son cosa buena y que sin empresas no hay progreso". En la misma línea que Iceta, el alcaldable de los socialistas por Barcelona, Jaume Collboni ―que fue primer teniente de alcalde de Colau― ha desmontado los méritos que se atribuye la alcaldesa. En el caso de la vivienda, por ejemplo, Iceta ha explicado que mientras los comuns han promovido 700 pisos sociales durante estos cuatro años, en su época Jordi Hereu hizo 4.000. Con respecto a la noticia de que Colau inauguraba hace unos días el jardín de infancia número 100, los dirigentes socialistas han puesto en evidencia que 95 de estos 100 centros se hicieron en tiempo del PSC.

Ni pactos con independentistas, ni lazo amarillo

A Colau también la acusan de haber estado supeditada al independentismo. Collboni ha aprovechado su discurso para exigir a la alcaldesa que quite el lazo amarillo de la fachada del ayuntamiento, "espero que cumpla sin que la advierta la Junta Electoral, porque los espacios compartidos democráticamente tienen que ser neutrales", ha dicho".

Preguntado por cuál será su política de pactos tras las elecciones, Collboni ha afirmado que no apctará ni con los "radicales", en referencia a Vox, ni con aquellos que "quieren supeditar y supeditar Barcelona", es decir, los partidos independentistas. 

En este sentido, Collboni ha querido "advertir del riesgo de cavar trincheras y convertir Barcelona en una trinchera más, porque la gran damnificada puede acabar siendo la ciudad". El cabeza de lista del PSC ha adelantado que "nosotros confrontaremos con todos aquellos quienes quieran que Barcelona sea campo de batalla independentista y con quienes les hagan el juego".

Iceta lo ha resumido en una sola frase: "No podemos confiar Barcelona ni a los que han fracasado en la ciudad ―los comuns―, ni a los que han fracasado en Catalunya ―los independentistas― ni a los que han fracasado en Francia ―Manuel Valls―".