Por primera vez, en el Parlament de Catalunya, ayer se pudo escuchar el discurso de la extrema derecha con la intervención del presidente de Vox en esta cámara, Ignacio Garriga, en el debate de investidura de Pere Aragonès. Una alocución que, en palabras de la presidenta de la Mesa del Parlamento, Laura Borràs, denunció que había vulnerado derechos fundamentales. Ante esta situación, para frenar la capacidad operativa de la formación de ultraderecha, el PSC, ERC, JxCat, CUP y Comuns han registrado un documento en la Mesa del Parlament con varios acuerdos para aislar Vox en la cámara catalana.

A pesar de que ahora se registra el acuerdo en el Parlament, este nace de un pacto que suscribieron estas formaciones políticas el jueves 11 de marzo, que se basa en un decálogo para hacer un cordón sanitario a los 11 diputados de la extrema derecha y que tiene por título Per un Parlament compromès amb la democràcia, els drets i la diversitat.

Este acuerdo, en el cual ha tenido acceso la ACN, contempla utilizar los espacios de intervención en el Parlament "para combatir los discursos de odio, defendiendo los derechos humanos y contrarrestando las informaciones falsas que puedan inducir a discriminaciones y vulneraciones de los derechos humanos." También han pactado "impedir la presencia de la extrema derecha" a la Mesa, las comisiones, a la coordinación de los intergrupos y a la relatoria de los grupos de trabajo. Tampoco suscribirán iniciativas parlamentarias conjuntas con la extrema derecha y evitarán que prosperen las suyas.

Vox lleno Parlamento @peremarti

Diputados del PSC, ERC, la CUP y Comuns abandonaron el pleno del Parlamento durante la intervención de Vox / Pere Martí

Violencia contra las diputadas

Otro de los puntos del acuerdo es rechazar de manera "formal y unánime" cualquier manifestación de violencia hacia cualquier diputada, sea verbal, física o psicológica. Además, emplazan en la Mesa del Parlament a ratificar el calendario de conmemoraciones institucionales actual, que incluye la conmemoración de las víctimas del Holocausto, las del genocidio del Pueblo Gitano y las de la trata transatlántica de africanas esclavizadas. Además, se quiere mantener que en cada pleno se haga el recuento de las muertes en el Mediterráneo y de los feminicidios e impulsar la creación de una comisión de estudio sobre el racismo institucional.

Otra de las voluntades es aislar Vox de todos los espacios posibles, por lo cual se intentará evitar la presentación de ponencias colegiadas recaiga sobre cualquier diputado de formaciones de extrema derecha; que tengan presencia en los nombramientos donde el Parlament tiene potestad estatutaria o legislativa; así como tampoco se los convocará a los encuentros con entidades. Las fuerzas firmantes también se han comprometido a impulsar las modificaciones legislativas o acciones necesarias que lleven a blindar el Parlamento de discursos de odio y discriminaciones, reforzar el Compromiso contra la Discriminación.

Finalmente, estos grupos parlamentarios mantendrán durante esta legislatura un espacio de trabajo conjunto, que incluirá formaciones de la sociedad civil, que servirá para coordinar las respuestas a las acciones de Vox.

 

Imagen Principal: El presidente de Vox en el Parlament, Ignacio Garriga, en una imagen de archivo / ACN