El anuncio del presidente de la Generalitat no ha sido suficiente. El Govern ha confirmado este mediodía que Pere Aragonès participará en la cumbre que celebrarán España y Francia el próximo día 19 de enero en Barcelona, con la presencia de Pedro Sánchez y Emmanuel Macron en el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC), después de que el ejecutivo central hiciera pública su invitación al jefe del Govern. Pero a pesar de este gesto institucional, el partido de Aragonès, ERC, anunció el lunes que asistiría a la manifestación unitaria del independentismo, convocada por la ANC, Òmnium Cultural y el Consell de la República, contra el acto que pretende sentenciar "el fin del procés". El PSC no ha recibido bien la doble estrategia de los republicanos, y ha lamentado que actúe de forma "contradictoria".

"ERC tiene que decidir si quiere ser un partido de gobierno o asambleario antisistema", ha lanzado a la portavoz del grupo socialista, Alícia Romero. Hasta que no lo aclare, la misma cree que los republicanos avanzan "tomando decisiones contradictorias". Romero ha defendido que, con este gesto, Aragonès se convierte en "el anfitrión de todos los catalanes", y ha celebrado la elección de la ubicación para la cumbre. "Vienen dos presidentes importantes, los catalanes tendríamos que sentirnos orgullosos de este papel", ha dicho. Además, tampoco ha hecho referencia a la elección de Catalunya como escenario del encuentro Sánchez-Macron para simbolizar la superación del procés independentista, sino que lo ha atribuido al hecho que Barcelona es el punto de donde nace el corredor verde BarMar que comunicará con Marsella y transportará hidrógeno y gas natural. Eso sí, no se ha querido sobre qué papel concreto tendrá que desarrollar el presidente de la Generalitat durante la cumbre.

 

Unos presupuestos con huella socialista

Con respecto a los presupuestos, y después de la decimoctava reunión entre socialistas y Govern que tuvo lugar este lunes, Alícia Romero no ha dado muchos detalles sobre cómo avanza el debate, limitándose a reconocer que siguen negociando y trabajando para que el ejecutivo asuma todo su paquete de demandas, y no solo algunas prioridades. "Queremos que lo acepten para que los presupuestos tengan huella del PSC", ha dicho la portavoz, recordando que tanto ellos como los republicanos tienen 33 diputados y que, por lo tanto, el Govern debe ceder. Los socialistas están dispuestos a pactar el acuerdo final tan pronto como sea posible, eso sí, siempre que ERC asuma sus exigencias. Ahora bien, ha hablado de llegar a un entendimiento "en las próximas semanas o días" para que se apruebe definitivamente durante el primer trimestre del año, cosa que no hace prever ninguna novedad inmediata. Por otra parte, Romero tampoco ha fijado ninguna fecha límite, si bien ha reconocido que tampoco se plantea continuar "permanentemente negociando". Mientras tanto, las dos partes dialogan y van "coincidiendo en cosas", pero todavía con algunas carencias. Ahora bien, la portavoz también ha recordado que el Govern no está obligado a sumar al PSC y siempre puede optar por aprobar las cuentas con Junts: los dos se reúnen esta tarde por primera vez desde antes de Navidad.