En la sede nacional de la calle Nicaragua echan de menos la época del tripartito. La diputada del PSC Alícia Romero ha afirmado que lo añoran, porque a pesar de “algunos lo denominaban Dragon Khan”, considera que no tiene comparación con “la incertidumbre” que dice que está habiendo esta legislatura por el pacto político entre Junts pel Sí y la CUP.

Romero, que ha intervenido desde la tribuna parlamentaria para defender su veto a las cuentas de Oriol Junqueras, ha criticado que se los tilde de los “más sociales de la historia”, señalando que los últimos presupuestos del gobierno de PSC, ICV y ERC, en el 2010, tenían un gasto social de hasta 3.000 millones de euros más (19.000 en vez de 16.000). “Sumemos y restemos”, ha reclamado la socialista.

Con todo, la diputada ha admitido que “se nos hace extraño analizar unos presupuestos que no se aprobarán”, cosa que Junqueras “ha ignorado bastante” y es “el elemento más importando de lo que hoy se podría decir”. En este sentido, ha considerado “irresponsable” presentarlos sin tener garantizada la aprobación, generando “un cierto teatro que realmente hace daño a Catalunya”.

Negociación

No ha habido diálogo. Romero ha lamentado que desde el Ejecutivo de Carles Puigdemont no se haya generado “ningún puente con otro grupo”, que no les hayan “llamado”, querido “sentarse”, o abrir una “ventana” para acordar. “Se tiene que intentar dialogar por el bien de los ciudadanos”, ha reivindicado después.

En cualquier caso, “son unos presupuestos continuistas, resignados y desobedientes con el Parlament”. Por las filas socialistas el que vislumbra todo eso, con una enmienda a la totalidad por parte de todos los grupos de la cámara, es que Junts pel Sí leyó “mal” los resultados del 27-S. “La realidad es muy tozuda, y no es que nos alegramos, pero nos dará la razón”, ha señalado Romero, añadiendo que “está claro que no comparten (con la CUP) proyecto político y estrategia política”.

Pero los de Miquel Iceta no lo han querido acabar sólo en términos económicos, sino de proceso soberanista. “No son ambiciosos ni con la hoja de ruta”, ha dicho la diputada socialista, mirando hacia las filas anticapitalistas, a las que posteriormente ha definido como “coherentes” con lo que defienden. Además, ha clamado no “ver” la respuesta a la desigualdad, al paro, a la pérdida de calidad de los servicios públicos y políticas de reactivación económica.