Patinazo marca de la casa del PSC. La portavoz de los socialistas, Alícia Romero, ha asegurado este viernes que su formación no ve que haya represión en Catalunya. De esta manera ha respondido después de que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, argumentara ayer que, más allá de una posible negociación de los presupuestos, con el PSC quiere llegar a "acuerdos en otras materias como en el ámbito anti-represivo". El primer secretario, Salvador Illa, ya ha avisado Aragonès de que no acepta "lecciones" en este campo, y Romero tan sólo ha forzado más el clavo. "No vemos que haya represión en Catalunya, es un país en el cual se respetan los derechos y las libertades", ha sentenciado, añadiendo que el compromiso de los socialistas está "más que demostrado".

Sus palabras han sorprendido a los periodistas, que le han interrogado si no era contradictorio sentenciar que no hay represión en Catalunya mientras el Gobierno liderado por el PSOE se compromete a la desjudicialización del procés. La portavoz ha considerado que no lo es, y ha señalado el hecho de que los socialistas quieren reformar el delito de sedición o el acuerdo de los indultos como ejemplo de su compromiso. También se ha deshecho rápidamente de la cuestión instando al presidente a "concretar" a qué se refiere. Y ha querido lanzar pelotas fuera advirtiendo que en estos momentos Aragonès no tendría que preocuparse por la lucha antirrepresiva, sino por los presupuestos. "Ahora, lo más importante son los problemas de las familias y las empresas. Cuando nos hemos reunido con sindicatos y patronales, nadie nos ha hablado de la represión", ha sentenciado.

Insistencia para negociar los presupuestos y evitar una prórroga

La cuestión de los presupuestos ha sido la protagonista de la rueda de prensa de este viernes, que el PSC ha mantenido después de celebrar una nueva reunión de su 'gobierno alternativo'. En ella, los socialistas han sacado pecho de un documento que pretende ser un plan de choque "extenso" contra el aumento de los precios, con 24 medidas y 15 acciones por valor de 848 millones de euros. Con esta propuesta, el PSC se ha querido reivindicar como una alternativa a un presidente de la Generalitat que en su entrevista de este jueves no descartó una prórroga de las cuentas para el 2023. "Sería una mala idea", ha lamentado la portavoz socialista, que confía en que el ejecutivo incorpore algunas medidas de su plan de choque a las futuras cuentas. "El Govern tendría que aprobar los presupuestos teniendo en cuenta que el próximo año será complicado, y una prórroga limita mucho la acción.

Romero ha insistido en que el PSC está completamente dispuesto a negociar con Aragonès las cuentas, después de que ayer el presidente no cerrara la puerta a hacerlo como sí que había hecho anteriormente Oriol Junqueras. "Seguiremos insistiendo. Si el Govern quiere aprobar los presupuestos que negocie con quien quiera", si bien se ha mostrado sorpresa que el ejecutivo no lleve las cuentas trabajados por el exconseller Jaume Giró en el Consejo Ejecutivo del próximo martes para aprobarlos, ya que la nueva titular de Economía, Natàlia Mas, quiere mirárseles y retocarlos para que tengan un aire más republicano. Con todo, Salvador Illa se reunirá la próxima semana con Aragonès con el fin de conversar sobre las cuentas, y será entonces cuando empiece a dibujarse el escenario sobre qué papel tendrán los socialistas en todo ello.