El encuentro que mantuvo ayer el president del Parlament, Roger Torrent, con los directivos de habla alemana en el Círculo Ecuestre de Barcelona ha llegado a la prensa germana. El principal diario económico alemán, Handelsblatt, que abre la información con el contundente título de que "empresarios alemanes han insultado el presidente del Parlament", ha mostrado sorpresa porque lo que debía ser un encuentro habitual "ha acabado con una conmoción que ha conmovido a toda España".

"Algunos de los empresarios presentes en el encuentro aprovecharon la reunión para expresar abiertamente su descontento con los independentistas catalanes", señala. El diario ha hablado con el presidente del Círculo de Directivos de Habla Alemana, Albert Peters, que ha expresado abiertamente que están desbordados. "La crítica que hicimos ha provocado un alud de reacciones", señala, y ha recordado que en la mañana del miércoles le han llegado 21 peticiones de entrevista.

Handelsblatt apunta que una de las causas de este impacto político de la reunión, es que los empresarios locales nunca hacen una crítica tan directa, y que además muchos de ellos han lanzado la toalla y ya no creen realista intentar frenar a los independentistas "con el argumento de la pérdida de puestos de trabajo o de inversiones".

El diario recuerda que Peters ha pedido disculpas por el "tono agresivo" de algunas intervenciones, pero que al mismo tiempo ha expresado preocupación "por la seguridad jurídica". Y añade que no existe solución a la vista, porque las elecciones catalanas "no han cambiado la situación".

"El severo president del Parlament, Torrent, se mantuvo calmado y respondió a todas las preguntas. No ofreció una solución a la crisis. Y es poco probable que la elección del preso Sànchez como jefe de Govern, que está prevista para el lunes, aclare mucho la cuestión", añade, mientras recuerda que ni siquiera está claro que el candidato a la investidura pueda salir de prisión para comparecer en el legislativo catalán.

Handelsblatt prevé que el independentismo intentará mantener el conflicto con Madrid tanto como pueda, y que por lo tanto deberá aguantar "la tensión con los inversores".