Si no ha habido ninguna sorpresa en la exposición de los presupuestos que ha hecho el vicepresident y responsable de Economía, Oriol Junqueras, tampoco ha habido novedad en el posicionamiento de los partidos de la oposición.

Junqueras ha presentado las cuentas en el hemiciclo del Parlament suponiendo que el voto a favor de los dos diputados de la CUP permitirán el inicio del trámite parlamentario de las cuentas y, en el mejor de los casos, que en febrero ya haya presupuestos actualizados y vigentes.

Después de la intervención de Junqueras, ha llegado el turno de la oposición. Los cuatro grupos parlamentarios -C's, PSC, CSQP y PP- han defendido las enmiendas a la totalidad recogiendo los argumentos que ya han explicado a lo largo de las últimas semanas.

C's, "ni un duro" para el independentismo

El diputado de C's, Antonio Espinosa, ha acusado al Govern de presentar "un panorama idílico y presupuestos de ficción. En sintonía con el proceso separatista que hace tiempo que predica".

En su intervención en el pleno para defender la enmienda a la totalidad de las cuentas, ha lamentado que el conseller de Economia haya presentado unas cuentas que "no se corresponden con la realidad".

"El Govern lo sabe, sabe que ni la recaudación será la que dicen ni los gastos tampoco. Pero tanto le da", ha reprochado Espinosa, que prevé que habrá más déficit y aumentará la deuda, situando a los catalanes en el podio de los españoles más endeudados.

Todo eso, según él, encubre una mala gestión por parte del Govern del dinero de los catalanes que se intenta enredar con el proceso soberanista: "Tanta ineficiencia se intenta tapar con la épica del secesionismo, y por eso sólo pueden encontrar alianzas con los separatistas y antisistema" de la CUP.

Aparte de desacreditar el planteamiento económico del Govern, el diputado ha insistido en que su formación no tiene ninguna intención de dar "un duro" al proceso independentista.

"No daremos apoyo que se gaste dinero en hacer un nuevo 9-N", ha advertido al diputado de Ciudadanos, pero tampoco por acción exterior y para impulsar a una Hacienda catalana, entre otros aspectos.

Espinosa ha aprovechado para criticar que el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, no asista a la Conferencia de Presidentes Autonómicos donde se tratará la cuestión de la financiación y lo ha considerado una dejadez de funciones.

"En vez de buscar apoyos y complicidades con otras comunidades para conseguir un sistema más equitativo, pierden el tiempo y esfuerzos al preparar uno nuevo y fracasado de antemano 9-N", ha asegurado.

CSQP y la sensibilidad social

El portavoz de CSQP, Joan Coscubiela, ha comparado los presupuestos de Junqueras a un restaurante "de aquellos sofisticados" donde después no se come nada.
Coscubiela ha reprochado al consejero que las cuentas no resuelven algunas de las necesidades sociales del país. "Referéndum sí pero no a costa de renunciar a las políticas sociales", ha advertido al conseller.
Además, CSQP ha acusado al conseller de subir el tono en las negociaciones para sacar adelante los Presupuestos de 2017, llegando al "chantaje" para conseguir que la CUP apruebe las cuentas, lo que ha vaticinado que acabará sucediendo.


En su intervención durante el pleno a la totalidad del proyecto de ley de Presupuestos, ha recordado que en 2014 se pactaron unos Presupuestos que comportaban recortes y privatizaciones con la "coartada política" que eran los últimos presupuestos autonómicos, y que en 2015 se repitió la estrategia diciendo que eran los del referéndum del 9N.
"En 2016 ya no había coartada; decidieron subir la presión y convertir la coartada en chantaje" a la CUP, dijo en referencia a las pasadas cuentas, que no contaron con el apoyo de ningún grupo, tampoco los 'cuperos'.
Coscubiela ha reprochado otra vez al conseller que se haya negado a negociar las cuentas con su grupo.

PSC, antisociales y confiados a la CUP

Una crítica que también ha hecho suya la diputada del PSC, Alicia Romero. El contenido de la crítica del PSC ha sido similar al de CSQP.
Romero ha asegurado que los Presupuestos 2017 no priorizan las necesidades sociales de los catalanes, ni exigen más esfuerzo fiscal a los que tienen más recursos, y ha acusado al Govern de fiar la aprobación de las cuentas a la CUP e ignorar al resto de grupos.
Además, ha reiterado que no son los más sociales de la historia como defiende el ejecutivo: "En 2011, el Govern Mas-Camacho destinó 18.067 millones de euros en partidas sociales, y en los Presupuestos de 2017 se destinarán 17.831 ".


El PSC ha presentado 1.206 enmiendas a las cuentas y ha reprochado que, entre otras cosas, potencian un modelo social a dos velocidades basado en el "sálvese quien pueda" y debilita el sector público en favor del privado.
Según Romero, estos presupuestos responden al modelo social que promueve el PP y no defienden la igualdad de oportunidades: "No compartimos este modelo social y de país, y queremos luchar contra él".

El PP, el harakiri y el diálogo

La mejor intervención, desde el punto de vista retórico, ha sido la del nuevo portavoz del PP en el Parlamento, Alejandro Fernández, que ha comenzado con una metáfora marinera para acabar pidiendo al Govern que dialogue con el Gobierno español y, sobre todo, que deje de pactar con "la tropa" de la CUP, con el objetivo de tener unos buenos Presupuestos 2017 y conseguir mejoras para Cataluña.

En su intervención en el debate sobre la tramitación de los presupuestos en el pleno del Parlamento, destacó que las cuentas son profundamente anticatalanes porque "contravienen todo lo que ha caracterizado Cataluña históricamente", y citó la propiedad privada, la concertación de raíz católica , el ahorro familiar, la iniciativa industrial privada y el comercio familiar.
"El gran enemigo que ha tenido Cataluña históricamente no es España, sino el anarquismo revolucionario y el colectivismo confiscatorio", valores que representa la CUP y a los que se ha entregado el Govern, ha criticado.
Fernández ha dicho que su grupo defiende a los catalanes que quieren construir y no destruir, y que por ello no apoyará unas cuentas que, según él, el Govern ha hecho pensando exclusivamente en la CUP, que en su programa electoral defiende que todos los catalanes tienen derecho a un año sabático cobrando: "Radicales sí, tontos no", ha apostillado irónicamente.
"Estamos en un tiempo nuevo de diálogo y acuerdo para superar el bloqueo político pero (el Govern) ha decidido seguir por el camino de la destrucción masiva", ha lamentado. Además ha sentenciado que el proceso soberanista está dando sus últimos coletazos en un sendero que lleva a un choque contra las rocas que no será épico ni patriótico.