Último intento del Govern para seducir a los comunes e intentar aprobar los presupuestos. En una comparecencia conjunta del presidente y el vicepresidente en el Parlament, el número dos del ejecutivo, Pere Aragonès, ha propuesto una reforma fiscal si se aprueban las cuentas, que vendría de modificaciones en Sucesiones, IRPF y Actos Jurídicos Documentales, y que generaría unos ingresos adicionales de 177,3 millones de euros.

Concretamente, el vicepresidente ha planteado que el tramo del IRPF autonómico máximo del 25,5% se aplique a las rentas de más de 120.000 euros anuales -cuando ahora está en los 175.000. Eso, ha explicado Aragonès, supondría 16,3 millones de euros anuales, aunque ha avisado de que la recaudación podría no llegar antes de 2021.

Con respecto al Impuesto de Sucesiones y Donaciones, Aragonès ha propuesto que la actual bonificación se reduzca entre 4 y 25 puntos porcentuales en la cuota tributaria para los grupos de parentesco 1 y 2, manteniendo la bonificación del 99% para los cónyuges.

Quim Torra Pere Aragonès presupuestos pleno - Sergi Alcàzar

Eso significa, ha ejemplarizado, que las bases imponibles de más de 3 millones de euros que tenían antes una bonificación total del 57,37%, pasarían a tenerla del 34,5%. Con estos cambios, la recaudación estimada sería de 83,2 millones de euros anuales y, en este 2019, supondrían ingresos por valor de 20,8 millones de euros.

La propuesta, sin embargo, no acaba aquí. El vicepresidente y conseller de Economía también ha planteado una reforma impositiva de medio punto en el impuesto de Actos Jurídicos Documentales y en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales.

Concretamente, propone elevarlo medio punto, del 1,5 al 2%, cosa que permitiría recaudar 77,8 millones de euros complementarios, aunque este 2019, a estas alturas del año, serían 38,9 millones de euros. Unas medidas que irían ligadas al impuesto que está preparando el Govern sobre el dióxido de carbono -que aportaria 71,4 millones- y a un plan de prevención de fraude fiscal.

Portazo a la tramitación

La presentación de este miércoles no ha supuesto ninguna votación sobre las cuentas. El Govern ya informó de que no serán aprobados por el consejo ejecutivo y no se someterán a votación en el Parlament hasta que no haya asegurada su tramitación. Opción que en estos momentos está muy lejos. La presentación tenía que servir para sondear los grupos y ver los posibles apoyos para tramitarlos, pero los grupos de la oposición, también los comunes -socios prioritarios-, ya han cerrado la puerta a ello.

Torra y Aragonés han comparecido este miércoles en el Parlament a petición propia, pero después de que varios grupos de la oposición -Cs, PSC y comunes- hubieran pedido al presidente que explicara el estado de las cuentas. La oposición se ha quejado por el hecho de que Aragonès haya tomado la palabra durante la comparecencia de Torra y han pedido que se debatieran por separado, hecho que no se ha concedido desde la presidencia del Parlament.

Los comunes lo tachan de "simbolismo"

La propuesta queda lejos de lo que habían pedido los comunes, que planteaban recaudar hasta 700 millones de euros a través de una reforma fiscal más amplía. De hecho, en el turno de réplica, el diputado David Cid ha sido muy duro con la propuesta, que la ha tachado de "pirotecnia" y de "simbolismo" y ha asegurado que con esta modificación "no vamos a ningún sitio".

En este sentido, Cid ha denunciado que no ha habido negociación con el Govern, ha criticado que sus 10 propuestas de mínimos no se cumplen con los números que ha dado la conselleria de Aragonès y ha asegurado que al ejecutivo "ya le va bien que no haya presupuestos porque es más fácil cumplir el objetivo de déficit".

Quim Torra presupuestos Parlamento - Sergi Alcàzar

Por eso, en la intervención de la presidenta del grupo, Jéssica Albiach, lo han dejado claro. "Aquí se quedan con su propuesta", ha sentenciado.

Torra dice que son unos presupuestos "republicanos"

Por su parte, el presidente Quim Torra ha aprovechado su turno de intervención para defender que se trata de un presupuesto "100% republicano" y del que ha destacado que "recuperan los niveles precrisis". El jefe del ejecutivo también ha pedido a los grupos que dejen de lado los intereses electoralistas y actúen con "responsabilidad" aprobando las cuentas. "Les pido altura de miras más allá de las citas electorales", ha defendido en este sentido.

El presidente también ha vuelto a reprochar el déficit fiscal, que ha destacado que es "insoportable" y que acaba "convertirse en un déficit social", por lo que ha denunciado una "situación de agravio" para Catalunya.

El debate, sin embargo, ha acabado resultando estéril ya que sólo ha servido para constatar las diferencias entre los grupos y la imposibilidad de sacar adelante las cuentas.