El 25 de marzo del 2018, el presidente Carles Puigdemont fue detenido en Alemania y pasó 12 días en la prisión de Neumünster antes de ser dejado en libertad provisional. Ahora, el diario del land Schleswig-Holstein revela por primera vez dónde vivió Puigdemont después del arresto. Ni Berlín ni Hamburgo, el diario Kieler Nachrichten pone en el mapa el municipio de Pronstorf con poco más de 1.500 habitantes y donde, según el rotativo, se sentía más seguro. Puigdemont se alojó en una casa rural y los dos meses y medio que vivió allí entabló conversación y amistad con algunos de sus habitantes. Como Graf zu Rantzau, un terrateniente que en declaraciones en el Kieler asegura que el presidente fue "muy agradable y simpático" y "se podía discutir con él de cuestiones controvertidas sin incomodarse", refiriéndose claramente a la independencia de Cataluña.

En una situación transitoria, Puigdemont intentó llevar en paralelo una vida lo más similar posible a la de un alemán de Pronstorf. También compartió barbacoas con la familia Rantzau e incluso llegó a participar en el festival de música de Schleswig-Holstein, donde algunos lo reconocieron pero en ningún caso se imaginaban que estaba viviendo allí. Su mujer Marcela Topor y sus dos hijas también vinieron a visitarlo y se quedaron maravilladas por los caballos de la finca.

El diario alemán Kieler define al presidente Puigdemont como "el invitado catalán" y también recuerda que iba acompañado de dos agentes de seguridad que vivían con él y que la estancia estaba totalmente financiada por "su entorno". Posteriormente el presidente se instalço en Berlín y el artículo remarca que actualmente vive en una situación de exilio en Bélgica. También añade que "continúa perseguido en su tierra natal" después de la celebración de un referéndum de independencia en Cataluña.

Y concluye con una pregunta a quien fue durante poco más de dos meses su vecino alemán: "¿Puigdemont volverá alguna vez a Pronstorf?". Y el alemán Graf zu Rantzau responde: "Quizás, sería muy bienvenido".